El atasco de emergencia se afianza en el ambulatorio, La Fe y La Ribera

La congestión en los servicios de urgencias a principios de año se mantiene principalmente por el aumento de las infecciones respiratorias y el alto volumen de operaciones en los hospitales, lo que aumenta la ocupación y ralentiza la disponibilidad de camas para los pacientes que ingresan y esperan una habitación en los hospitales. salas de observación. Los sanitarios piden refuerzos y una mejor organización de los servicios para intentar contener el repunte de pacientes registrados en los centros sanitarios en días como este lunes.

En este sentido, este lunes el sindicato CSIF ha vuelto a pedir al Ministerio de Sanidad que tome “medidas de emergencia” ante la presión en urgencias que están sufriendo los hospitales de la Comunitat Valenciana, en concreto en instalaciones como las de La Ribera, Alzira, el Clínico y La Fe, en Valencia.

El hospital de La Ribera en concreto es “extremista”, como recalcan desde la formación sindical. Hasta la mañana de este lunes, dicen, 49 pacientes esperaban camas para ser ingresados ​​en la planta, por lo que la sede gremial exige más personal y equipamiento.

CSIF señala que es precisamente esta falta de recursos necesarios lo que aumenta la carga asistencial. En este sentido, se apunta que el área de respiración del Hospital de Alzira “no se activó como urgencias hasta las 14.30 horas de este domingo, aunque la jornada amaneció con boxes abarrotados y 31 pacientes esperando cama. »

El gremio añade que cuando se inauguró la referida sala de refuerzo, “en los servicios de urgencias sólo estaban desplegados otro enfermero y un técnico auxiliar de enfermería (TCAE) y ningún médico, administrativo, camillero o técnico de rayos X”. «Este lunes, 49 pacientes ya esperan camas en el complejo hospitalario de Alzira», añaden desde la formación.

Ante ello, CSIF pide una mayor planificación para hacer frente a estas situaciones, que son previsibles por el aumento de virus respiratorios. La central sindical denuncia que en vez de anticipar, “el hospital vive en el caos”. Como otro ejemplo elocuente, cita que este domingo “a las 14:55 ya no se podía pedir comida en el comedor de empleados y usuarios. Esto implica un nivel de desatención y falta de respeto, en el que la gerencia debe influir.

La central sindical destaca que las dificultades provocadas por la sobrecarga de los servicios de urgencias se extienden también a otros hospitales, en este caso al de la ciudad de Valencia.

En la clínica capitalina, 41 pacientes esperaban en la madrugada de este lunes una cama libre para ser ocupada en el piso. La observación A con 19 personas en el pre-registro y un tiempo de espera promedio de 40 horas mostró los peores registros. Por su parte, el Hospital La Fe contaba esta mañana con 15 pacientes en esta situación.

Sedes Sindicales insta al Ministerio de Sanidad sobre la necesidad de dotar de más espacio para la atención de los ciudadanos en los servicios de urgencias hospitalarios y dotarlos de los recursos personales imprescindibles. Asimismo, recuerda la importancia de reforzar la atención primaria para evitar que muchos pacientes con dificultades para conseguir cita acudan directamente al hospital.

Por su parte, desde CCOO señalan que en el Hospital de Orihuela el servicio de urgencias ha «colapsado» y más de 20 pacientes esperan en Urgencias para ser ingresados ​​en planta, mientras que en La Fe había 116 pacientes en planta. urgencias y 22 pendientes de traslado en fábrica Uno de ellos ingresó a urgencias hace 36 horas, seis llevan más de 20 horas. En San Juan el hospital está lleno y Urgencias está llena y tienen que esperar a que les den de alta.

En cambio, en el Hospital de Alcoi y General de Alicante tienen presión alta en la actividad hospitalaria pero sin saturación ni camas en los pasillos. También había 90 ingresos en Urgencias de Arnau a las 13.00 horas y aunque la sala de espera está llena, hay camas libres para observación, no hay saturación y tampoco camas en los pasillos.

crítica

En el caso de la clínica, sin embargo, la situación no fue tan grave como el jueves pasado, cuando se acomodaron hasta 70 pacientes en áreas de preingreso y, en algunos casos, hubo que habilitar hasta dos habitaciones adicionales y un pasillo. Los pacientes tienen que esperar a que cierren la habitación para pasar la noche tal y como describe CSIF.

En ese momento, el gremio volvió a pedir al Ministerio de Salud que responda con una «acción enérgica y eficaz» y pidió más recursos, instalaciones mejor equipadas y un aumento del personal para atender a los pacientes en condiciones adecuadas.

Por su parte, desde CCOO-PV, añadieron que se necesita una mejor organización y distribución de los recursos humanos y un aumento del número de profesionales, especialmente de enfermería.

Asimismo, desde UGT alertaron de la «alta saturación» del sistema sanitario valenciano y por eso la formación pide a la administración «tener agilidad en el refuerzo de la plantilla para paliar la situación y evitar el colapso de los centros sanitarios». .

Fragmento del cartel que anuncia la concentración del miércoles. / lp

Mínguez considera «factible» una cancelación del paro de médicos porque las reuniones con el sindicato son «consensuadas».

El ministro de Sanidad, Miguel Mínguez, considera «factible» que se pueda cancelar el paro de médicos previsto para marzo y señala que las reuniones con el sindicato convocado (CESM-CV) son «de mucho consenso»; y pese a las protestas convocadas por la formación para este miércoles a las puertas de la sede del departamento autonómico en Valencia.

Mínguez ha realizado estas declaraciones este lunes durante su visita a Castelló para asistir a la presentación del proyecto del nuevo Hospital General.

Explicó que las reuniones con el sindicato que convocó al paro están «activas» y ya acordaron varios puntos de demanda y se están concretando otros, principalmente beneficios y salarios. “En general, hay mucho consenso en las reuniones y confiamos en que podremos concretar el acuerdo en los próximos días. Es concebible que se pueda suspender la huelga», agregó.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado que lo que se ha hecho en la comunidad y en Madrid “no tiene nada que ver con las inversiones y el gasto público por habitante”. «Actualmente gastamos más que el promedio nacional per cápita», dijo.

Sin embargo, subrayó «no triunfalismos ni complacencias» ya que había un problema «grave» que había que abordar incluso después de la pandemia, que es «fortalecer lo más posible la salud pública, porque esa es la Gran Meta».

“Y lo hacemos también poniendo en marcha grandes proyectos como el nuevo Hospital General de Castelló y una nueva arquitectura institucional en la que reforzaremos un servicio sanitario valenciano capaz de garantizar la mayor eficiencia y salud pública posible y hacerlo sostenible en el futuro”, enfatizó.

“Tenemos una gran salud pública, pero tenemos que seguir mejorando y esa es la voluntad”, concluyó.

Ante esto, el secretario general de la CESM-CV, Víctor Pedrera, exigió a Mínguez que “el optimismo” que está mostrando sobre las negociaciones que están mostrando para poner fin al paro se traduzca en “una oferta razonable”, específicamente para mejorar las condiciones laborales de los médicos. que son «ahora del tercer mundo».

El gremio de médicos está a la espera de que Sanidad cumpla su compromiso de adelantarles este martes la nueva puja que plantean para cancelar la huelga prevista para marzo.

Sin embargo, Pedrera ha indicado que aunque haya avances, mantendrán la concentración de delegados sindicales fuera del ministerio convocada para este miércoles porque «seguramente» no llegarán a un acuerdo pleno y «ya hay muchas retiradas de manifestaciones que tenemos». hecho tener». “Hasta que no haya un acuerdo firmado, seguiremos protestando para hacer visible nuestro descontento”, dijo.

“Saludamos el optimismo del ministro porque suponemos que tiene un as, pero de momento no lo hemos visto y hay que plasmarlo en el papel”, instó.

Al respecto, destacó que tenían «posiciones aproximadas» pero, explicó, «el problema es que cuando nos sentamos hay una aproximación, pero en los papeles escritos que nos dan después no dice nada al respecto». lo que se dijo’, lo que significa que ‘es desalentador y nos hace escépticos’.

Pedrera ha dicho que todavía están «muy lejos» en algunos temas porque el ministerio es «reticente» a algunas de las subidas salariales que reclaman, pero lo que más les «preocupa» son las condiciones laborales, en particular las regionales y las más pequeñas. hospitales , por lo que exigen que se detengan las agendas y las vigilias que se realizan.

“No podemos permitir que un médico en un centro de salud atienda 70 pacientes al día, trabaje nueve turnos al mes, o esté destinado más de medio mes porque el servicio está por debajo de la plantilla básica de profesionales”, dijo. En este sentido, ha insistido en que “si se quiere prestar un servicio, primero hay que garantizar una plantilla mínima y no ofrecerlo a costa de las condiciones de los profesionales”.