«El poste de mando pesa más que la ambulancia». Melanio Esteban, primer alcalde de Higueruelas, divide su tiempo entre la labor política y su trabajo como conductor de ambulancias
Una vida dedicada dos veces a los demás. La historia de Melanio Esteban, alcalde de la localidad de Higueruelas en la comarca de los Serranos, es una de las más curiosas. Y no porque lleve casi diez años en el cargo y se presente a la reelección en mayo, sino por el trabajo que realiza principalmente para ganarse la vida: el de conductor de ambulancias. Él mismo completa su definición añadiendo su principal afición: “Yo también soy músico, así que soy un trío en uno”.
Como conductor de ambulancia, admite que «nadie ha muerto nunca por mí» en su vehículo. De hecho, una vez le salvó la vida a una mujer: “En un bar estaba cuidando a una señora que había sufrido un infarto y la saqué de una parada de autobús. Al final ayudas en lo que puedes”, admite Modest.
Cuando se le pregunta qué zona es más estresante, la alcaldía o el paseo de la ambulancia, no tiene dudas: «El personal de dirección», responde de manera automática.
«Conductor de ambulancia es un buen trabajo porque ayuda a comprender las preocupaciones de las personas», explica. Pero también está la parte amarga: «Si conoces a alguien que está recibiendo tratamiento contra el cáncer, lo amas y se muere». Insiste en pedir un poco más de reconocimiento a su gremio: «A veces no somos tomados en cuenta y un poco pasados por alto».
Mientras tanto, admite desde el Ayuntamiento que ha «apenas cobrado algunos gastos y 350 euros al mes que recibo desde 2020». Pero eso no es lo que lo mueve, es el deseo de ayudar a sus vecinos.
Melanio Esteban, ante las puertas del Hospital de Llíria. /
A los 53 años, casado y con dos hijas adultas, la vida de Melanio empezó ligado al supermercado que tenían sus padres en el pueblo. La muerte de su padre significó que él y su hermana tuvieron que mantener a su madre en un negocio casi sin tiempo de inactividad.
Con cerca de 37 años, pensó que ese ritmo de vida no era para él y decidió cambiar de rumbo. Miró hacia atrás y recordó conducir ambulancias en el ejército, en la Infantería de Marina. Esto, unido a que su mujer trabajaba en el Centro de Salud de Llíria, le ayudó a realizar las investigaciones pertinentes y le animó a dar el paso, esta vez para tener todas las cualificaciones para poder hacerlo profesionalmente.
El Camp de Túria y los Serranos han sido sus principales lugares de trabajo desde aquel lejano 2007. Unos meses después, sin que él lo supiera, comenzó una «emboscada» que lo terminaría en la alcaldía.
Juan José Solaz, el alcalde popular de la comunidad desde 1996, intentó incluirlo en la lista electoral, pero inicialmente sin éxito. Solaz sufrió un accidente doméstico que requirió una ambulancia para realizar la rehabilitación: “Y en los viajes insistía mucho en que yo estuviera en la lista”, admite Esteban. Le habló de la necesidad de personal junior, entre otras cosas para fortalecer la presencia de la empresa Power Electronics en la comunidad.
En 2011 finalmente decidió dar el paso “Hay que involucrarse en las ciudades” y accedió a ir al número 3 de la lista electoral.
Dos años después, a fines de 2013, Solaz lo llamó y le lanzó el bombazo a quemarropa: “Renuncio y tú vas a ser alcalde”. Melanio estaba atónito. A partir de entonces lideró la lista del PP en sucesivas elecciones, extendiendo progresivamente el apoyo popular a los actuales cinco (de siete) concejales. Esteban recuerda que aunque encabeza la lista del PP, es “ante todo alcalde de Higueruelas”, un pequeño municipio de 530 habitantes que aspira a salir adelante.
De ese periodo, también recuerda otra anécdota del día que estacionaron la ambulancia frente a su casa: «Lo vio un grupo de ciclistas, me llamaron y llevé a uno de ellos al centro de salud después de un accidente».
Quince años después, su trabajo es estar en el edificio que tienen en Chelva, esperando la llamada para ayudar a quien lo necesite. Trabaja cuatro turnos de 12 horas a la semana, dos de día y dos de noche. No quiere terminar sin agradecer a sus compañeros, que siempre le han apoyado en los cambios de turno, “por ejemplo, si tenía que ir a una cita importante”.
Cuando se le pregunta sobre sus aficiones, Melanio solo tiene una palabra en mente: la música: «Soy músico, toco la tuba en la banda de Villar y me gusta ir a conciertos. Sus bandas favoritas incluyen clásicos como Pink Floyd, Jethro Tull y Camello.
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