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Con las próximas elecciones acercándose, la precampaña da un vuelco a la intención de Mato de poner el asunto en suspenso. Su gobierno ha cumplido uno de los requisitos pendientes: elaborarlo y acordarlo Documento de distribución uniforme que reparte los terrenos de los Sánchez Aguilera entre Defensa y Ayuntamiento. Sin embargo, aún está pendiente la aprobación final, a la espera de que se aclaren las alegaciones del PP -que argumenta que el documento no incluye el aparcamiento subterráneo de 330 plazas propuesto- y el BNG. Las objeciones las resuelve la Junta de Gobierno Local, pero la ratificación del acuerdo debe pasar por un pleno, destacando en cada sesión la minoría del PSOE. Y pagar por la defensa 420.000 euros están pendientes.
Mientras tanto, el Sánchez Aguilera yace moribundo, convertido en un cementerio de automóviles infestado de ruinas y malas hierbas que espera renacer como el nuevo barrio de Ferrol.
Ferrol queda atrapado entre la minoría, la aritmética y las primarias
Roco Pita Parada
Temas cruciales para Ferrol están empantanados por la difícil aritmética de la política local. Cuando la iglesia llama a la puerta se acumula la lista de gastos bloqueados en la Plaza de Armas, con un único gobierno del PSOE (8 de 25 concejales) y una oposición comprometida con demostrar la debilidad de esta minoría. Como resultado, cada sesión plenaria de los últimos meses ha terminado en un alboroto para el gobierno. Y eso lleva a que demandas históricas como el saneamiento se bloqueen en las zonas rurales. O que la situación irregular del servicio de mantenimiento de espacios verdes y jardines continúa sin contrato desde finales de 2017. Y que, por ejemplo, tiene que renunciar a la construcción de un nuevo centro comunitario en el barrio de Ultramar.
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