La casa de Alfonso, uno de los vecinos de la Masía de Traver en Riba-roja afectados por el incendio, fue la que más daños sufrió en el suceso
“Eché agua con la manguera hasta que ya no pude ver más por el humo y las llamas estaban muy altas, apenas podía respirar y el calor era insoportable”, describe Alfonso los momentos que vivió durante el incendio que quemó la Riba afligida. – rojo, Masía de Traver, el jueves por la tarde.
Su vivienda de la calle Lozoya fue una de las más afectadas por el incendio y los daños son visibles a simple vista. Sin inspeccionar la estructura, el pequeño muro con cipreses no pudo evitar que las llamas se extendieran hacia el jardín de la casa y el área de la piscina, donde se quemó la depuradora, dos cuadros eléctricos y parte del techo de la terraza techada.
“Estaba sentado allí con mi hijo que estaba teniendo clases de inglés. Empezamos a oler humo y a ver hojas con fuego volando”, explica, “todo pasó muy rápido, tomé la manguera y me subí a una escalera para echar agua”, dice, y señala que “estaba asustado, sobre todo mi familia”. . » Aunque fue evacuado una vez, continuó trabajando con los bomberos para proteger su casa del fuego. “Creo que lo que nos salvó fue que reventaron las cañerías de la regadera y de riego y el fuego se apagó cuando salió el agua”, dice.
Alrededor de una docena de casas en la misma calle han sufrido daños similares, particularmente en la parte trasera de los jardines, con muebles quemados y daños en el césped artificial y los techos. Otra vecina, Margarita, señala que en ese momento se estaba duchando. «Vi mucho humo y salí a ver qué pasaba. Los bomberos ya estaban allí y tuvieron que ir a las chozas a buscar agua».
Los Bomberos apuntan a una colilla arrojada por un motorista a la carretera CV-370 como posible causante del incendio.
A pocos metros de la casa de Alfonso, otra mujer estaba inspeccionando los daños causados por el fuego en la casa de sus padres, quienes no se encontraban en el momento del incendio. «La sima paró las llamas y apenas entraban por los lados», explica, aunque señala que fue un momento de «mucha incertidumbre y miedo» cuando los bomberos evacuaron las viviendas cercanas al desfiladero de Pedrera. Las llamas se extendieron hacia un costado. de la calzada y junto a la ciclovía que recorre la parte trasera del edificio de viviendas.
falta de limpieza
Según los bomberos, la causa probable del incendio fue una colilla arrojada por un conductor a la carretera CV-370 y atrapada en la hierba seca cerca de una rotonda. El trabajo duró varias horas, desde las cinco de la tarde hasta las ocho, e incluso por la noche los efectivos dieron un último control sobre la zona afectada.
“Tenemos que ser más conscientes del peligro que suponen las colillas”, dice Alfonso, pero también, como otros vecinos, señala la falta de mantenimiento en la zona colindante a la urbanización. «Han pasado al menos cuatro años aquí desde que se limpió». «Tengo un pino junto a la cerca que ahora está quemado con una rama que entra en mi jardín y tuve que podarlo yo mismo», advierte.
Vecinos de la zona también han recordado que sufrieron un suceso similar hace unos tres años y en aquella ocasión el incendio no tuvo mayores consecuencias.
Otra urbanización afectada
La alarma por esta situación también se ha extendido a los vecinos de la urbanización Riba-roja, Valencia la vella, entre Masía de Traver y Els Pous, que ya han registrado tres incendios en tres semanas, este último en las puertas de entrada.
Los afectados alertan sobre la falta de limpieza de la vegetación que bordea esta urbanización
«Y que es solo el comienzo del verano. El ayuntamiento se olvidó de nosotros”, afirma el vicepresidente de la junta de vecinos Juan Soriano, “esto es un bosque lleno de vegetación seca”. Los vecinos se quejan de que el proyecto Guardián para proteger la interfaz forestal municipal en el Parque Natural del Turia “se nos echó encima. ” “En esta franja de cuatro kilómetros no tenemos cañones de agua para protegernos del fuego, como en Els Pous y La Vallesa, que están un poco más abajo”, apunta.
Como comenta: “Nos dijeron desde el gobierno de la ciudad que hay cañones móviles, pero no sabemos quién tiene que hacerlos funcionar o si la presión del agua que está aquí está para encenderlos”. También señala que «ni los bomberos ni los policías pudieron atravesar las barreras del parque natural porque no tenían las llaves para abrirlas».
No hay competiciones en el cañón.
Por su parte, el alcalde Robert Raga, que se encontraba en la zona del incendio inmediatamente después del estallido, agradece la actuación de los servicios de emergencia, bomberos, extinción de incendios forestales, policía local y Guardia Civil, que lograron controlar el fuego en un tiempo récord, con el apoyo de cuatro helicópteros y dos hidroaviones.
Raga señala que el cauce del desfiladero de Pedrera es competencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y que la última limpieza se hizo hace tres años, aunque se ha solicitado en varias ocasiones.
Del mismo modo, confirma que el Ayuntamiento cuenta con un plan municipal contra incendios y que, además de cañones de agua móviles, también cuenta con el proyecto Guardián en zonas estratégicas del parque natural. “Hemos hecho pruebas en Valencia la Vella y las extenderemos a otras urbanizaciones”, y es que según apunta, Riba-roja cuenta con siete barrancos en zonas afectadas por alguna de la docena de urbanizaciones repartidas por su término.
El alcalde anunció que había convocado a los vecinos afectados a una reunión el próximo lunes.
asignaturas
Confederación Hidrográfica del Júcar, Guardia Civil, Parque Natural del Turia, Riba-roja de Túria, Bomberos, Incendios, Incendios Forestales, Incendios Forestales en la Comunidad Valenciana, Piscinas, Casa, Eventos
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