Salud y Educación actualiza el protocolo de manejo de casos, eliminando el aislamiento automático y la condición de estrecho contacto entre estudiantes y docentes
Los Ministerios de Salud y Educación han actualizado el protocolo de manejo de casos de Covid en las escuelas, teniendo en cuenta la buena evolución epidemiológica y el avance en las coberturas de vacunación en la población escolar. Los cambios suponen un paso más hacia la normalización de la actividad docente, ya que en la práctica se reducen los supuestos que implican una suspensión de la docencia presencial.
Desde este lunes desaparecerá el cierre automático de un aula si se alcanzan cinco o más contagios en siete días, que ha sido la medida utilizada en todos los grupos vesicales (infantil, primaria y educación especial) desde enero. Cuando se alcanza o supera este umbral
la decisión dependerá de los profesionales de la salud pública. Según explican desde Educación, uno de los factores a tener en cuenta es la situación sanitaria del centro o comunidad.
Es decir, ya no existe una línea de contagio para determinar el cierre de una clase, que siempre ha existido para los grupos de convivencia estable desde el curso 2020-2021.
“Si se determina su cierre, el responsable de salud pública lo comunicará al centro para que la dirección lo comunique a las familias del colectivo afectado por el procedimiento habitual. Este aviso les informará sobre el tipo de atención educativa que brindarán mientras el aula esté cerrada”, decía la carta a los equipos de gestión.
La carta también informa sobre los cambios aplicados a la hora de decidir las cuarentenas por contacto estrecho, que en la práctica desaparecerán salvo casos de riesgo.
Esto sólo corresponde al “aislamiento doméstico”.
personas positivas y contactos cercanos que son particularmente vulnerables, sus cuidadores, mujeres embarazadas o trabajadores sanitarios o sociales y son determinados por los trabajadores sanitarios. En este sentido, se aclara que “los compañeros de piso de los casos positivos confirmados (alumnos, profesores y resto del personal que trabaja en el centro educativo) no tienen que hacer cuarentena en casa y tienen que acudir al centro”.
Por ejemplo,
un hermano o hijo de un positivo ya no tiene que dejar las clases presenciales, con las excepciones descritas, y se consideran equivalentes a una persona que tiene el calendario de vacunación completo. Es decir, son los mismos criterios que ya se aplicaban a los alumnos mayores de 12 años (secundaria, FP o Abitur).
La carta también insiste en que la única excepción será el cierre de aulas, y aclara que todos los alumnos recibirán el mismo tipo de atención educativa si se toma la medida. Por tanto, se cierra la puerta a los casos en los que a los niños que habían superado el Covid mientras su grupo estaba en cuarentena se les permitía asistir a clases de forma presencial, aunque el resto de sus compañeros les siguieran desde casa.
El cambio en la gestión de la cuarentena implica retomar el guante lanzado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), que propuso la semana pasada limitar las cuarentenas únicamente a los casos positivos, para evitar más perturbaciones en el día a día escolar tras dos años de pandemia. Eso sí, no hay cambios relacionados con la otra propuesta, como la eliminación progresiva de la mascarilla obligatoria en las aulas, que solo podrá hacerse si es aceptada por la Comisión Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
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