Covid-19 en Valencia: última hora | En medio del debate sobre el uso de mascarillas, la incidencia de la pandemia entre los ancianos se recupera

El Ministerio de Sanidad comenzó este viernes a difundir los datos de la pandemia en base a la nueva estrategia de vigilancia de la Covid-19, que en general pasa por la vigilancia específica de las personas mayores de 60 años y los centros de salud. En el caso de la comunidad, los contagios están aumentando en este grupo de edad mientras que la ingesta de pacientes se mantiene estable tras la recuperación del martes. Nuevamente, la marca más negativa la dan los decesos, pues este viernes el Ministerio de Salud reportó otros 21 fallecimientos, todos registrados en los últimos siete días, excepto dos que ocurrieron en febrero.

En la Región en concreto, la incidencia acumulada a los 14 días en mayores de 60 años es de 426 casos (214 positivos en una semana), cifras que sitúan a la autonomía en bajo riesgo de contagio. Sin embargo, en comparación con las cifras actualizadas del martes pasado, el dato actual representa un aumento de 36 puntos en solo tres días, un indicador que refleja el avance del virus en este grupo de edad y sugiere que los contagios en general están aumentando pero la mayoría con poco impacto en salud.

De hecho, en el caso de los hospitales, Sanidad ha informado de que han ingresado 450 pacientes, uno menos que en la actualización del martes, mientras que 33 pacientes permanecen en unidades de cuidados intensivos, la misma cifra. Esta estabilización hospitalaria se produce después de que este martes se registrara un aumento en el número de pacientes como respuesta al aumento de contagios registrado durante las fiestas falleras.

En general, el ministerio ha informado 7327 nuevas infecciones, casi 3500 menos que hace una semana, a pesar del cambio en la política de que la gripe Covid es un grupo demográfico entre los menores de 60 años que ya no está sujeto a pruebas de verificación a menos que tengan síntomas graves o están inmunodeprimidos (incluidas las mujeres embarazadas y el personal médico). Sin embargo, pese a la caída de nuevos positivos en el recuento global, el número de casos activos subió ligeramente hasta los 26.778 (unos 1.700 más que el martes).

Este avance de la pandemia se produce en medio del debate sobre la conveniencia de levantar los requisitos de mascarillas en interiores. Al respecto, la ministra de Salud, Carolina Darias, declaró este viernes que “hay un día menos”. Por ello, no ha desvelado cuándo se plantea el Gobierno esta retirada y ha indicado que el mejor momento «será cuando se decida».

Sin embargo, todo indica que el 6 de abril, en una nueva reunión entre el Ministerio y las Comunidades Autónomas, se pondrá sobre la mesa esta posibilidad e incluso se podría acordar una fecha para su retirada parcial o total.

documento

Dada la situación actual, con el aumento de las infecciones pero las presiones hospitalarias contenidas, los expertos no respaldan del todo que pronto se elimine la obligación de usar una máscara en el interior, como está considerando el gobierno central.

En este sentido, Vicente Domingo, presidente de la Sociedad Valenciana de Anestesiología, Reanimación y Manejo del Dolor, cree que «se debe mantener, al menos en espacios cerrados y en aglomeraciones, al menos tres meses más para ver si baja la incidencia porque se mantiene en niveles elevados, aunque este aumento no ha sido demasiado significativo en los hospitales, ya que las vacunas hacen su parte».

Ante ello, Marisa Blasco, presidenta de la Sociedad Valenciana de Cuidados Intensivos, Cuidados Intensivos y Medicina Coronaria, opta por mantenerlo en salas específicas y recomienda su uso en especial a pacientes inmunodeprimidos. «Hay ciertas áreas en las que lo mantendría durante mucho tiempo, como el transporte público y lugares donde las personas pueden estar demasiado juntas y con poca ventilación», dice. También añade que «ciertos pacientes inmunocomprometidos deberían llevar más protección durante más tiempo y en más lugares, por lo que deberían ser ellos los que mantengan el uso de la mascarilla, aunque sea de forma voluntaria». estar hospitalizados y aun con la vacuna solo tienen que protegerse con barreras como la mascarilla”, añade Blasco. En salas como bares y restaurantes, el especialista aboga por «medidas más fuertes de ventilación» porque «estamos analizando punto por punto cómo debemos comportarnos en cada lugar». “No sabemos cómo se comportarán las nuevas variantes”, advierte.

Teresa Pérez Gracia, catedrática de Microbiología de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), recuerda que las mascarillas son una de las medidas más eficaces para bloquear la transmisión de este virus. “Desde el 28 de marzo, hemos introducido un nuevo sistema de vigilancia y control de Covid-19 que elimina el aislamiento de positivos, por lo que primero debemos evaluar cómo afectan todas estas medidas en la incidencia de casos, hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes. Por ello, después de evaluar todos estos indicadores, lo más sensato sería esperar un plazo de unos 15 días a un mes antes de levantar la obligación de interior. Además, según las cifras actuales, “la probabilidad de comentarios positivos en interiores sigue siendo alta”. En este sentido, añade que “ahora llega Semana Santa y tras dos años de pandemia sabemos con certeza que tras las fiestas habrá un aumento de casos, como ocurrió en Valencia con las Fallas”. Por tanto, la supresión del uso obligatorio de la mascarilla «debería hacerse de forma paulatina, analizar todos los datos y sería recomendable que en determinados escenarios, como en transporte público o en lugares con gran afluencia de personas, sigue siendo obligatorio, y donde no se pueda mantener la distancia de seguridad hasta que la incidencia acumulada descienda por debajo de 50».

Por su parte, Patricia Guillem, profesora de epidemiología, salud pública y medicina preventiva de la Universitat Europea de Valencia, indica que la retirada de las mascarillas podría ser un evento que se produciría en las próximas semanas, “si bien es cierto que es por lo que últimamente ha aumentado ligeramente la incidencia y estamos cerca de las fechas de Semana Santa, que podría ver aglomeraciones y muchos desplazamientos». Por ello, este especialista apunta: “Es probable que la decisión se retrase hasta después de estos datos, pero la valoración de otros indicadores como el número de hospitalizaciones o ingresos en UCI son muy bajos, situación que nos asegura una cierta tranquilidad”. de ánimo en el tratamiento de la enfermedad como gripe, permitiendo eliminar cualquiera de las medidas adoptadas». Del mismo modo, subraya: “Aunque se acepte la decisión de retirarse, cada persona es libre de utilizar la mascarilla siempre que lo considere necesario”. La diferencia es que es una elección y no una obligación.

Asimismo, Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato de Médicos Comunitarios (CESM-CV), recuerda que “todavía estamos en medio de la pandemia del Covid, el número de muertes diarias es preocupante y debe seguir manteniéndonos en alerta. el tiempo aún Es hora de quitarse la mascarilla en recintos cerrados y transporte público ya que es una medida que no afecta la economía. En ese sentido, piden a la formación que la mantenga “porque no sabemos qué repercusión habrá con la nueva permisividad para realizar eventos multitudinarios y no sabemos a qué nivel llegará”. «Los médicos piensan que es un poco arriesgado eliminar las medidas preventivas que han demostrado ser las más efectivas».