Valencia. El inicio del fin de semana festivo de Semana Santa acercó ayer a cientos de valencianos a playas y montañas que, a través de excursiones, rutas o sencillos paseos, llenaron algunos de los espacios verdes o playas más visitados. Con la comunidad aún cerrada debido a las restricciones del coronavirus, los movimientos internos se intensificaron, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a desplegarse por completo para evitar multitudes, grandes grupos de amigos o la falta de una máscara.
El ejemplo más claro de estas salidas masivas se pudo ver en las principales vías de la provincia a partir del mediodía. Según Tráfico, la CV-500 registró retención de hasta tres kilómetros por vehículos que se dirigían a las playas del sur o El Palmar. La Pista de Silla (V-31) sumó colas de cinco kilómetros hacia Alicante entre Catarroja y Valencia. La AP-7 también sufrió una serie de desalojos con dos kilómetros de retención en Almussafes y tres más a su paso por Tavernes de la Valldigna.
La costa valenciana ofreció ayer un panorama de contrastes, con zonas llenas de visitantes y otras muy tranquilas. Un ejemplo de esto se puede ver en la Marina Alta. Si bien los recorridos de los acantilados de Benitatxell registraron aglomeraciones, la fluidez fue la tendencia dominante en las playas.
Los accesos a las bahías dels Testos y Llebeig estaban tan llenos de senderistas que la policía local de Benitatxell quiso cortarlos. En Xàbia había mucho ambiente en la costa con gente en el Paseo del Arenal y Primer Montañar. Las playas de Dénia no estaban muy concurridas, se avistaba más gente en la zona de Les Rotes y en las entradas a la Cova Tallada y la Torre del Gerro. Otros optaron por salidas por el interior.
Y con el movimiento de los excursionistas llegaron las emergencias. En Calp, un escalador cayó del Peñón de Ifach. Un helicóptero y especialistas del Grupo de Rescate en Altitud de Bomberos de Alicante se desplazaron hasta el lugar. La persona lesionada fue apoyada por SAMU.
Y a medida que aumenta el número de salidas a la montaña, hay más incendios forestales. Por la mañana, un incendio en un campo de caña de azúcar obligó a cortar la carretera comarcal entre Aspe y Alicante. Alrededor de las tres y media se consideró extinto. Poco antes, se produjo otro incendio en Requena, junto al río Cabriel cerca del Balneario de Fuentepodrida. El jueves a las 12.30 horas, otro incendio que ya se había extinguido afectó al partido Castell-Albabor de Tibi en Alicante.
La Policía de la Generalitat continuó ayer con su dispositivo especial puesto en marcha el jueves para evitar aglomeraciones de senderistas o la falta y abuso de la máscara. Una mayor presencia en áreas naturales y recreativas, vuelos disuasorios en poblaciones dispersas y más controles en áreas industriales y parques son los ejes con los que la Generalitat pretende asegurar el cumplimiento de las restricciones.
El jueves hubo patrullas de vigilancia en la zona de la vía navegable en Chelva, y hoy los agentes estarán peinando puntos de la Sierra Calderona, entre otras cosas. La vigilancia abarca 50 parroquias antes de pronosticar que 700.000 valencianos conquistarán la montaña estos días.
Con este operativo de seguridad, la Generalitat pretende contener la cuarta oleada y que en unas semanas la situación epidemiológica ya no sea un recordatorio de lo ocurrido tras las vacaciones navideñas.
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