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El administrador dice que han dado órdenes a diferentes empresas, pero siempre han sido manejadas por Isaías H.
BARCELONA, 22 de febrero (EUROPA PRESS) –
Dos técnicos de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) explicaron este miércoles que la inspectora del Departamento de Cultura de la Generalitat había advertido que en 2013 la institución había hecho todas sus contrataciones en base a pequeños contratos y que tenía otro tipo de contratos con competidores públicos, y sin embargo la entonces directora de la ILC, Laura Borràs, mantuvo los contratos menores.
Así lo han dicho al declarar ante el Tribunal Supremo de Cataluña (TSJC) en el juicio en el que la presidenta de Junts se enfrenta a una petición de seis años de prisión por supuestamente fraccionar contratos para encargarlos a mano y sin concurso público para adjudicarlos a su amigo Isaías H., también acusado.
Las instrucciones del departamento recomendaban recopilar al menos tres presupuestos diferentes para contratos superiores a 3.000 €, y la administradora de ILC en ese momento dijo que encontró «los recibió todos de una sola persona» a la que le pidió que se mantuviera al margen y que los presupuestos ir directo a Borràs.
En este sentido, Isaías H. confesó durante el proceso que había acordado con Borràs dividir el trabajo de la web de la ILC en encargos más pequeños durante años, utilizando datos de diferentes empresas y cooperativas y en algunos casos de particulares sin Como sabías, presentó el presupuesto correcto, acompañado de dos presupuestos «extra» que ya sabía que serían rechazados.
“Era claro que todo el trabajo lo hacía Isaías porque contratamos a diferentes empresas para que hicieran las tareas del sitio web de ILC, pero eran tareas que siempre hacía Isaías y eso me sorprendió, pero sorprendió a todos ILC”, agrega. que allá por principios de 2013, le había sugerido a Borràs que en lugar de varios subcontratos, le propusiera un contrato negociado, a lo que ella se negó.
«NO FUE COMO PLANEADO»
Al año siguiente, el funcionario insistió: “Dije que era necesario tener un contrato negociado porque vi que no se debía tomar de esa manera. Y quise hacerlo de acuerdo con el marco legal aplicable y cumpliendo con los requisitos de libre competencia y público».
La trabajadora solicitó una reunión con el director de administración económica y adquisiciones de la Dirección de Servicios Culturales con la intención de que él la apoyara advirtiendo que había que cambiar la forma de contratación, “pero la directora dijo que no, dijo que siguiera como está hecho hasta ahora».
También ha explicado que en 2014 acompañó a Borràs a una reunión con la Interventora General del Ministerio de Cultura para plantear este tema y que ella advirtió que pequeños ajustes «se repiten y repiten, que se podía hacer de otra forma y que, primero, primero De un vistazo, estaba claro que el marco legal actual podía hacer daño porque parecían divididos”.
Sin embargo, ha asegurado que el actual presidente de Junts ha defendido su actuación, citando la decisión de firmar acuerdos más pequeños como «otros asuntos en juego».
ROGER E.
Cuando esa funcionaria estaba de baja, fue sustituida por Roger E., que también estaba siendo investigado en la causa, pero tras presentar nuevas pruebas contra Borràs -incluidos unos audios pidiéndole que le avisara si los Mossos volvían a la ILC- tras todos, no lo hicieron. Ha sido acusado y declarado como testigo.
Roger E. ha dicho que Borràs le pidió que asistiera a una reunión con el contralor del departamento: «Él explicó que después de revisar el contrato de 2013, vio que el contrato de ILC estaba 100% basado en contratos menores, y sintió que esto no era recomendable .»
Ha confirmado que cuando llegó al ILC encontró «una serie de contratos relacionados con servicios informáticos ya acordados o adjudicados verbalmente» pero de los que no se presentaron los presupuestos hasta semanas después.
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