PAMPLONA, 9 de marzo (PRENSA EUROPA) –
El senador de la UPN, Alberto Catalán, entregó a la Cámara de los Lores la figura de San Francisco Javier para conmemorar el 400 aniversario de la canonización de los patronos de Navarra, San Isidro Labrador, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio, ensalzados por Loyola.
Así lo expresó en el Pleno del Senado, que debatió una moción del PP en la que pedía al Gobierno que considerara el 400 aniversario de la canonización de Santa Teresa como un acontecimiento de excepcional interés público.
El senador regionalista ha defendido que los cuatro santos españoles designados por el papa Gregorio XV el 12 de marzo de 1622 Fueron canonizados no solo para representar a los cristianos españoles o del mundo, sino que van mucho más allá. “Nombrar a San Francisco Javier, San Isidro Labrador, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola significa obviamente referirse a espiritualidad y evangelización, pero también a apertura a otras culturas, atención a los más necesitados, educación, formación, trabajo, compromiso. y solidaridad”, dijo.
Catalán afirmó que Francisco de Javier, «el navarro más universal de todos los tiempos, dejó una huella que aún perdura no sólo en su Navarra natal, de la que es patrón, sino también en España y el mundo». «No olvidemos que es, entre otras cosas, patrón de las misiones y del turismo», ha añadido, afirmando que «quizás su figura sea la explicación del número de misioneros y ayudantes que se van de Navarra, o de la fuerte presencia de una sociedad navarra comprometida con los más vulnerables, y lo mismo pudimos ver en los otros tres santos».
En su intervención, el catalán también se refirió a la «necesidad» de que las relaciones Iglesia-Estado «se basen en el respeto y el reconocimiento mutuo». “Así debe entenderse en un país aconfesional como España”, dijo. No obstante, ha afirmado que «esto no es óbice para que el ejecutivo recuerde, sea cual sea su ideología, que es el gobierno de todos los españoles y es una realidad irrefutable que el cristianismo es el referente denominacional de nuestro país». .
Según Catalán, sobre la base de estos principios y con respeto a la autonomía y la libertad religiosa, «algo fundamental en un Estado democrático basado en el Estado de derecho», se debe desarrollar la cooperación entre Iglesia y Estado «por el bien de todos». “Por eso, actos como la conmemoración del 400 aniversario de la canonización de cuatro santos españoles deben ser motivo de orgullo y satisfacción”, aseguró.
Catalán ha indicado que se trata de un acontecimiento de excepcional interés, no sólo religioso sino también público, “y las administraciones públicas deben cooperar en él dentro de sus posibilidades”.
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