de vicepresidente autónomo sin funciones para renunciar a las discrepancias
Juan García-Gallardo fue el primer líder autonómico de Vox que alcanzó el poder, al ocupar una vicepresidencia de la Junta de Castilla y León sin funciones fruto del primer pacto en un Gobierno autonómico español entre PP y Vox.
Hace poco más de seis meses, abandonó el Gobierno regional dentro de una estrategia consensuada de su formación en las distintas Comunidades en las que apoyaba gobiernos del PP y hoy ha presentado su dimisión por sorpresa, por "discrepancias" con al dirección de la formación.
García-Gallardo ha dejado tanto la portavocía de su grupo en las Cortes de Castilla y León, como su acta de procurador regional y su cargo como integrante de la Ejecutiva nacional del partido. De esta forma, al regresar al despacho de abogados de su familia del que salió para encabezar la candidatura de Vox en Castilla y León hace ahora tres años, llega el final de su vida pública como cabeza visible de Vox en esacomunidad autónoma.
El auge y la caída de García-Gallardo es representativo porque fue uno de los faros en los que luego se miraron otros líderes autonómicos de Vox y debido a que, más allá de sus responsabilidades en Castilla y León, ejerció también una influencia nacional en la formación de Santiago Abascal al ser una de las cabezas visibles en la oleada de protestas ante la sede del PSOE en Ferraz en noviembre de 2023.
Al igual que su partido, García-Gallardo hizo de la llegada de inmigrantes una de sus banderas políticas en una comunidad que, paradójicamente, está azotada por la despoblación. El otro caballo de batalla, especialmente visible durante el periodo en el que Vox estuvo en el Gobierno autonómico de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y en el que él fue vicepresidente autonómico sin cartera y sin apenas funciones, fueron los sindicatos.
De hecho, a ellos ha dedicado su último tuit antes de anunciar la renuncia a todos sus cargos en Vox. No ha llegado a llamarles "comegambas" como sí hizo su lugarteniente que estuvo al frente de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, pero sí ha aludido a las marisquerías de Valladolid al ver como se desmoronaba su política de mano dura con el sindicalismo y Fernández Mañueco ha vuelto a la senda del diálogo social tras las turbulentas relaciones que mantuvo con UGT y CCOO durante el Gobierno de coalición.
Reacciones
El presidente autonómico, que el pasado verano se quedó en minoría tras la marcha de Vox del gobierno de coalición, ha indicado sobre la dimisión de García-Gallardo, "en nada influye" sobre un posible adelanto electoral, una posibilidad que se baraja en círculos políticos de Castilla y León desde que el PP quedó solo al frente de la Junta. Fernández Mañueco ha declarado mostrarse "respetuoso" con otros partidos políticos cuando "pasan por crisis tan graves", aludiendo así también al relevo en el PSOE de Castilla y León instado por la dirección nacional del partido para que Luis Tudanca dejara paso al alcalde de Soria y nuevo líder socialista electo en Castilla y León, Carlos Martínez.
Ante la situación de sus rivales, el líder de los populares castellanos y leoneses ha enviado un mensaje de "tranquilidad" y "estabilidad" de su Gobierno en la Comunidad.
García-Gallardo, en el anuncio de su dimisión este lunes, no ha eludido críticas más o menos veladas a la dirección nacional de Vox, que "ha ido ocupando cada vez más espacios en detrimento de los demás", ha sostenido en la carta pública por la que renuncia a sus cargos.
La "ley de hierro" de la oligarquía
Ha aludido además a la "quimera" que supone el "intento de acabar con las oligarquías dentro de los partidos" y ha seguido tirando dardos contra la cúpula dirigente de su formación al señalar que "no cabe el conformismo en la exigencia de una conducta ética a quienes integran las oligarquías que gobiernan los partidos políticos, en nuestro caso, Vox". García-Gallardo ha admitido que los conflictos es preferible resolverlos de manera pacífica y discreta..."siempre que fuera posible"; ha apostillado.
Otras "lindezas" que ha lanzado a su partido de derecha son las referencias a la "ley de hierro de la oligarquía" que ha considerado inevitable en los partidos políticos y a su constatación de que la dirección nacional de Vox ha ido ocupando "cada vez más espacios en detrimento de los demás".
Eso sí, ha desligado su dimisión de la expulsión del partido en los últimos días de dos procuradores regionales de Vox en las Cortes de Castilla y León tras manifestar también discrepancias por falta de democracia interna.
La era de García-Gallardo en Vox de Castilla y León que encumbró a su formación a tocar poder ha concluido. Tras el jaque, ahora queda por saber el siguiente movimiento de la dirección nacional, que deberá encontrar un nuevo líder en la Comunidad Autónoma con un territorio más extenso de España.
Suscríbete para leer
Si quieres conocer otros artículos parecidos a de vicepresidente autónomo sin funciones para renunciar a las discrepancias puedes visitar la categoría Castilla y León.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Otras noticias parecidas