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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se regocija estos días por saberse responsable del supuesto caso de corrupción que acecha a José Luis Ábalos. Pero también porque sospecha que la trama puede extenderse en el tiempo y afectar al presidente Pedro Sánchez pase lo que pase esta mañana en el Comité Ejecutivo del PSOE, donde el órgano de dirección socialista puede tomar una decisión sobre el futuro del exministro. «Cuando Sánchez se presentó a las elecciones ya lo sabía», ha aseverado Ayuso, refiriéndose a que el caso Koldo «se estaba investigando desde junio» y a pesar de eso «lo metió en las listas y dejó que saliera como diputado».
De esta forma, Ayuso ha sembrado de sospechas lo que Sánchez conoce sobre el propio caso y, sobre todo, lo que Ábalos puede saber del propio Sánchez, al recordar hasta en tres ocasiones durante una entrevista en Antena 3 que el exministro «no era un cualquiera, era el secretario de organización (del PSOE) y la persona que aupó a Sánchez las primarias de las urnas de cartón». «Fue sospechosamente apartado de todos sus cargos y, sin embargo, luego lo volvieron a meter en las listas», ha insistido la presidenta madrileña antes de augurar que «depende de cómo le traten (en el PSOE) empezará a hablar, porque este hombre sabe latín».
Además, la dirigente madrileña ha vinculado los nombramientos que en estos últimos años se han realizado en la Justicia con este caso concreto: «Ahora entiendo el interés por controlar los órganos judiciales, que las fiscalías no puedan decir nada que no convenga al Gobierno».
La dirigente madrileña ha aprovechado asimismo el caso Koldo para desvincularlo totalmente de lo que ocurrió con su hermano, que se llevó una comisión por gestionar la compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid en plena pandemia.
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