Las mujeres en la ciencia necesitan modelos a seguir, con este proyecto queremos cambiar la tendencia, conseguir que mujeres y niñas estudien y trabajen en ciencia: “Esperar que la política cambie las cosas no tiene sentido”
Nunca vio las diferencias o la discriminación como un problema, sino como una oportunidad. Desde temprana edad comenzó a trabajar en un mundo de tecnología, de hombres.
Ella tampoco creía que nadie fuera mejor ni peor, pero confiaba en sí misma.Yo siempre escuchaba los comentarios en las obras de teatro; La llamaban la «niña», y casi la miraban como un mono hermoso porque era la novedad. Pero también supo sacar lo bueno de estas situaciones incómodas. «Me vieron no solo como una mujer, sino como una inexperta, una niña, aunque había trabajado durante años, y pensé: este señor Martínez me ve como la niña, pero me voy de aquí con todos los papeles que ¿Tengo que decir hacer trabajo? Trabajo».
Angélica Gómez se ha convertido así en decana del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, tras una larga lista de hombres. Ahora apoya un proyecto para eliminar la falta de mujeres en la ciencia y la investigación.
“Nos faltan referentes, no nos dejaron en paz, no nos dieron voz ni espacio, ni coincidieron con nosotras las mujeres,
hay que visibilizarlos, pero hay referencias, tanto en la historia como en la actualidad» comenta el decano, que impulsa esta iniciativa, con la que también pretende dar ejemplo a las jóvenes valencianas que hoy se han convertido en grandes referentes con proyectos emprendedores.
“Yo ingeniera” servirá para introducir la importancia de la ciencia y la tecnología desde las aulas pero con la ayuda de mujeres. Todos tienen que hacer un esfuerzo por Angélica, porque a la mujer hay que darle espacio en todos los ámbitos. “La forma en que le das a los niños en las clases el ejemplo de un pintor o un escritor, usando a la mujer para eso, eso está en nuestras manos, porque el hecho de que el libro de texto no tenga una mujer no implica que no se pueda que uno hable en tu clase, se está trabajando para cambiar los libros de texto, pero en pleno siglo XXI tener que pedir que cambien los libros me parece absurdo”, dice.
Angélica Gómez lo tiene claro: “Lo importante es que nos vean y que sepan desde chiquitos lo que es la tecnología y la ciencia, que sepan para qué sirven y que este talento vea que ahí está el futuro. »
Cuando tiene que hablar de su modelo a seguir, elige a su madre, a quien se le derrite la boca alabando su fuerza y como modelo a seguir para una mujer luchadora. De ella, de su madre, guarda esta manera de dar pasos adelante.
“Empecé como decano a una edad temprana y sabía que cuando no había nadie mejor que yo tenía que ser yo porque no pondría un proyecto que estábamos construyendo en manos de alguien que pudiera destruirlo, así que creo es una perdida de tiempo esperar que la politica o la administracion haga algo o sirva para algo,
debemos ser los que den un paso al frente sin complejos«, él dice.
Respecto a las cuotas, cree que son necesarias si la persona es «digno y tiene talento» e insta a todos a sumarse a la lucha para visibilizar el talento femenino. Y de paso, recuerda que «es importante que se involucren hombres y mujeres, y es justo que si somos el 50% de la población, somos el 50% del talento, y al final, cada uno de nosotros tiene que tomar esa posición nos conviene, así que creo que el trabajo que podemos hacer es empoderar a las mujeres jóvenes y las niñas”, agrega.
Con esta iniciativa espera sobre todo que las aulas se llenen de mujeres y jóvenes, pero también de hombres, porque en las profesiones científicas es importante guardar la pasión por la investigación y el futuro.
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