Andreu insiste en no retirar el vídeo de La Rioja Turismo pero admite que la diócesis sigue ofendida

LOGROÑO, 22 sept. (EUROPA PRESS) –

Que Presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha insistido hoy en que no se retire el vídeo de La Rioja Turismo, cuya imagen de unas bailarinas sobre un altar ha ofendido a la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, pero reconoce que sigue molestando.

Andreu contó a los periodistas, en el marco de la Semana Gastronómica de La Rioja y las Fiestas de la Vendimia de San Mateo, cómo ayer tuvo la oportunidad de hablar de nuevo con el obispo Santos Montoya, en el marco de la jornada vinícola.

Es la segunda vez que ambos hablan del vídeo, tras el comunicado de la diócesis pidiendo su retirada, y ella se ha dado cuenta de que la primera vez lo malinterpretó al recalcar, luego cuando estaba con ella habló a los medios en el que «él está de acuerdo con la creatividad artística».

Y eso es «Con lo que más están de acuerdo es que ella se apega a la carta de la diócesis y, por lo tanto, continúa pidiendo que se elimine la imagen».

Andreu ha relatado cómo ella le dijo cómo se veía desde el gobierno, una foto «sin malas intenciones», algo que el obispo «sabe», «bonita» y le dijo al obispo: «Tengo que decirle que no se retirará».

Para la presidenta, se han quedado en «tablas» porque el Gobierno no las va a retirar, pero la diócesis se está fijando en lo que «significa el altar para la Iglesia, que en realidad significa», como ha dado a entender, «la tumba de Jesucristo». .» es. , entonces lo que están haciendo los bailarines es «pisar una tumba».

Andreu recordó al obispo que «las tradiciones de bailes regionales en torno a los santos surgieron de la Iglesia», pero el obispo insistió en que hay que respetar el protocolo (pidió permiso a la diócesis y no al párroco). . . , algo que hay discrepancias en las versiones sobre cómo se hizo) y lo más importante que se «siente» que se ha corrompido.

«Este sentimiento lo tiene claro la Iglesia y nosotros tenemos otro», dijo Andreu, defendiendo que «la compañía fue muy respetuosa, la imagen era limpia, es pura, es sin malas intenciones» y también «según dicen, el Sacerdote estaba presente» y acorde con la belleza del cuadro «con ese óculo de luz, esa limpieza, ese traje blanco».