9 de octubre: Jaime Sancho y Antonio Sales | El Trasfondo Espiritual: Cara a cara entre Jaime Sancho y Antonio Sales

El trasfondo espiritual: Cara a cara entre Jaime Sancho y Antonio Sales es la octava parte de la serie Nueve de octubre, nueve miradas, editada por LAS PROVINCIAS con motivo de las celebraciones del 9 de octubre. Su mirada se completa con otros encuentros planteados de manera similar, contrastando ideas sobre la misma temática.

Nueve visiones -nueve capítulos- multiplicados por dos, que encarnan la contribución de LAS PROVINCIAS al propósito central de cada 9 de octubre: examinar nuestro ADN y sentar las bases de una sociedad valenciana, más responsable cuanto mejor informada esté.

Al volante de su pequeño coche, el religioso Jaime Sancho (Canónigo del Cabildo de la Catedral de Valencia) llega a LAS PROVINCIAS, ataviado con la indumentaria típica del “clérigo”, incluido el alzacuellos. Saluda a su interlocutor, el creativo Antonio Sales, apodado «Mon», y se sienta en el plató con un vigor juvenil que desmiente los 80 años de su DNI. Está dispuesto a enfrentarse a “Mon”, nacido hace 46 años, con su visión religiosa no sólo de la festividad del 9 de octubre, sino de la sociedad valenciana en su conjunto, que, como el resto de la cultura española, se encuentra inmersa en un proceso de exclaustración, al que Sancho no escapa. “La fe nunca es de hierro”, advertirá, antes de preguntarse porque comparte la devoción de “Mon” por (nada menos que) Los Simpson.

“En la Iglesia -reflexiona- celebramos el 9 de octubre como aniversario de la consagración de la catedral original, hecho indisolublemente ligado a la entrada de Jaume el Conquistador, que quiso consagrar como parroquias las siete principales mezquitas de Valencia. Y añade: «Para los católicos es una conmemoración religiosa, eclesiástica, pero claro con el aspecto de crear un imperio desde cero. Es un día para celebrar como valencianos y como católicos».

Primera desviación de «Mon», aunque sutil: «Esta fiesta no me quita cierto orgullo como valenciano, pero no la vivo de una manera muy especial». Sancho parece entender sus razones. Cree que “la sensibilidad del 9 de octubre se vive de formas muy diferentes según se sienta la identidad valenciana, pero si se profundiza un poco en el sentido de este acto es la entidad territorial la que ha perdurado hasta el día de hoy, su propia autonómica”. derecho, nuevo, liberal, ciudadano… Desgraciadamente, creo que mucha gente no tiene esto en mente».

En este mensaje el sacerdote encuentra un punto en común con «Mon» para quien «toda festividad parte de una raíz religiosa aceptada por la sociedad». Aunque subraya: “Vivimos tiempos difíciles. Te dicen que tienes que estar de un lado o del otro. Desde niño, cada 9 de octubre ha sido conflictivo, con gente a favor y gente en contra. Me llama la atención que no haya una tercera vía, aunque sea una minoría donde yo estoy. No soy parte de la celebración, pero la respeto.

De fondo, hay una reflexión sobre la identidad valenciana, donde, a pesar de las diferentes perspectivas, prevalece un cierto consenso de opinión. Sucede que, como afirma Sancho, “este país tiene el mérito de integrar diferentes culturas, no somos excluyentes”. Y continúa: “Valencia integra y conserva lo único. Pero nos faltan signos que exijan unanimidad, hay diferentes enfoques que incluso oponen signos de identidad.

La lengua, la bandera, los territorios… Es una pena”. Lamento compartido por “Mon”: “Veo a la sociedad muy preocupada. El futuro es muy oscuro. Yo, que estudié en un colegio religioso, pienso cuando llega la calamidad o celebras tu cumpleaños o pierdes gente… llego a un momento de incredulidad. No tengo la arrogancia de un ateo, pero pienso en las cosas. Me cuesta soportar tanta miseria y tanto dolor cuando pienso que hay un plan superior.

Son palabras que Sancho corrige con tacto: «Lo que os preocupa, el clásico tema del dolor o sufrimiento de los inocentes o nuestra decadencia en la vida, son preocupaciones que también tenemos los creyentes. Incluso profundizamos en ellos. No vivimos en el mejor de los mundos. Mucha gente todavía vive en una visión mítica del mundo, no una visión moderna. Pero cuanta más información tenga, ya sea que conozca cosmología, la teoría del big bang o la teoría del ADN, se asomará una sensación de asombro. Reconocemos que la situación de la humanidad no es un castigo sino un desafío inmenso y que Dios nos ha dado capacidades tremendas. Si no hubiera dolor ni contradicciones, seríamos eternos bebés. Un mensaje que deja mella en «Mon»: «Por estar en posiciones opuestas, llegamos a las mismas conclusiones». Y una frase de Sancho que resume su diálogo: «Se da el caso de que se necesitan las dos posiciones. No hay absoluto».