Hospital de Manises (Valencia) | El veto sanitario a la operación de corazón en Manises retrasa la intervención de medio millar de pacientes
El equipo de cirujanos afectados por la supresión se plantea pedir una indemnización de 1,5 millones tras la sentencia que levanta la restricción impuesta por el ministerio en 2018
Pacientes y profesionales son los grandes perjudicados por el veto que el Ministerio de Sanidad impone al Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital de Manises desde hace casi cinco años. Los pacientes por ser derivados a hospitales fuera de su área de salud, con las consiguientes molestias que genera la aglomeración tanto para los usuarios como para sus familias, y los tiempos de espera para pasar por el quirófano más prolongados en centros públicos como en concertados como el de Manises; y los especialistas (cirujanos, anestesiólogos y enfermeros) cuyo contrato con el centro de salud ha sido suspendido y que se plantean reclamar una indemnización de alrededor de 1,5 millones de euros.
Así, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad, que ahora anula la decisión unilateral del Departamento Autonómico de derogar la citada entidad (como ha argumentado en exclusiva LAS PROVINCES), abre la puerta a la rendición de cuentas con el Departamento para los afectados y reclamar una indemnización. .
Por un lado, hasta que el Ministerio de Sanidad decretó el cierre del servicio de cirugía cardiaca de Manises, este hospital había atendido a algo más de un centenar de pacientes al año (unos 120 en los últimos años), por lo que si el servicio hubiera permanecido abierto, en estos cuatro años y nueve meses, donde ha durado la lucha por retomar la actividad, se han atendido entre 470 y 520 pacientes, pacientes que se han visto obligados a ser derivados a otros centros de salud, particularmente a La Fe.
En consecuencia, los afectados y sus familiares han tenido que desplazarse fuera de su departamento de salud, con las consiguientes molestias ocasionadas por tener que acudir a hospitales más alejados de su lugar de residencia habitual y dado el interés manifestado en reiteradas ocasiones por la administración autonómica en "acercarse " a la salud " Querer servicios para pacientes.
Además, la operación que ordenaron en la mayoría de los casos se realizó con más retraso (o incluso está pendiente) que si se hubiera realizado en Manises. Actualmente, el tiempo medio de espera en la comunidad (con datos de diciembre de 2022) es de 88 días (en el Hospital La Fe, centro que ha adoptado a la mayoría de los facultativos de cirugía cardiaca en Manises, se dispara hasta los 115 días), mientras que en Manises dura 45 días, casi la mitad del promedio regional y casi un tercio del promedio de demora en La Fe.
Asimismo, entre el 22 y el 25% de los pacientes intervenidos en la Unidad de Cirugía Cardíaca del Hospital de Manises eran pacientes que procedían de otros ámbitos sanitarios y habían elegido ese ámbito por su derecho a la libre elección de centro. Muchos de ellos eran Testigos de Jehová, pacientes que rechazaron las transfusiones de sangre por su fe. Muy pocos hospitales han desarrollado técnicas quirúrgicas tan especializadas que permitan intervenciones sin transfusiones, y Manises fue uno de ellos, por lo que se ha convertido en el centro de referencia de este colectivo, que desde el cierre del departamento no tiene más remedio que viajar al Vinalopó. Hospital, que también utiliza estas técnicas y se gestiona indirectamente.
indemnizaciones
Y por otro lado, está el equipo de expertos de Cardiluna Surgery, que forma el Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital de Manises y está formado por siete médicos, entre cirujanos y anestesiólogos, y nueve enfermeras.
Tras el veto del ministerio al servicio, al centro de salud no le quedó más remedio que suspender temporalmente el contrato que tenía firmado con este colectivo a la espera de la resolución del conflicto. En octubre de 2019, tras agotar la vía administrativa, el hospital no tuvo más remedio que acudir a los tribunales porque no consideró "legal" la decisión sanitaria y lesionó "los derechos e intereses legítimos" del departamento de salud. , como se alega en la denuncia. La respuesta judicial a esta solicitud llegó en junio de 2022 y, tal y como ha señalado LAS PROVINCIES, declara "contra la ley" el dictamen del Ministerio y reconoce el derecho del hospital a obtener autorización para volver a adjudicar su oferta por esta importante unidad asistencial. expandir .
“A las pérdidas económicas se suma el desgaste psicológico y moral que sufrimos luchando por una imposición que nos pareció absolutamente injusta”, dijo Daniel Luna, jefe de la dependencia.
Ante esta situación, los servicios jurídicos de Cirugía Cardiluna se examinan para reclamar una indemnización por las intervenciones que no han realizado entre 2018 y este año. Una compensación que, según su cálculo, podría alcanzar e incluso superar los 1,5 millones de euros, intereses incluidos. “Además de las pérdidas económicas, también está el desgaste psicológico y moral que sufrimos luchando por una imposición que nos pareció tremendamente injusta”, dijo Daniel Luna, cirujano y jefe del departamento.
De hecho, la propia Luna envió una carta a la dirección del Hospital de Manises exigiendo la "reanudación inmediata" de la actividad de la Unidad de Cirugía Cardiaca y la "reanudación inmediata" de la Cirugía Cardilluna para el citado servicio ya que el grupo "tiene derecho a continuar para cumplir el contrato con el Hospital de Manises que existe desde 2011.”
Los interesados sospechan que la intención es reabrir la unidad con el servicio de cirugía cardiaca de La Fe, lo que es "inviable".
En la carta, Luna también explica que en una reunión con la dirección del centro el 1 de febrero, "nos informaron que probablemente el servicio sería reabierto por el Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital La Fe de Valencia, lo que se vislumbra en este momento poco práctico porque la ley de incompatibilidad de salud pública es muy clara. Al respecto, el especialista recuerda que una enfermera de su equipo tuvo que dejar de trabajar para ella por orden directa del Ministerio, entendiendo que había una incompatibilidad si además trabajaba en otro hospital público.
Finalmente, el responsable de Cirugía de Cardiluna también cuestiona que, a pesar de la sentencia de junio de 2022, a pesar de ser una de las principales víctimas, solo tuvo conocimiento de la sentencia en febrero de este año (ocho meses después). Incluso podía confiar en la disolución porque un tercero se lo había señalado y luego lo solicitó a la dirección del hospital.
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