Extremadura dejará de recibir dosis de AstraZeneca, la vacuna contra el coronavirus anglo-sueca que más problemas ha causado desde que comenzó la campaña de inmunización. Aun así, el SES asegura que el segundo pinchazo de quienes se quedan para completar su pauta con esta fórmula está garantizado.
El contrato con la empresa que produce esta vacuna ha sido roto por la Unión Europea y esto se traduce en el fin de los envíos. Extremadura, de hecho, prevé recibir 9.000 dosis de AstraZeneca esta semana y finalmente no llegará, según ha confirmado la Consejería de Sanidad. Solo habrá 38,610 nuevas dosis de Pfizer y 6,900 de las modernas.
Pese a ello, hay vacunas AstraZeneca en los frigoríficos del SES, que ha formado una reserva estratégica y que actualmente cuenta con alrededor de 28.000.
Son suficientes si tenemos en cuenta que quienes tienen esta pauta se encuentran entre las personas de 60 años que recibieron la primera inyección de esta vacuna. De las 130.000 extremeñas entre 60 y 69 años, unas 16.000 aún no han recibido la segunda dosis de AstraZeneca, según el último informe del Ministerio de Sanidad.
Además, quedarían unos 12.000 para los profesionales imprescindibles que se negaran a portar el llamado cóctel de vacunas y que no quisieron seguir la decisión de la Comisión de Salud Pública, que defendió la unión de AstraZeneca y Pfizer. De ser así, la mayoría de ellos, incluidos profesores, policías o bomberos, entre otros, ya han cumplimentado las directrices.
El ministro de Salud, José María Vergeles, dijo que «la segunda dosis de esta vacuna está garantizada para los extremistas que estén vacunados y que lo hayan indicado». Recordó que el hecho de que no se vayan a recibir más dosis de esta vacuna se debe a que la Unión Europea no ha renovado el contrato con AstraZeneca para 2022. Lo ha hecho con Pfizer y Moderna.
9.000 vacunas de AstraZeneca debían llegar esta semana a Extremadura pero al final no llegará
Desde el inicio de la campaña, Extremadura ha recibido 228.000 dosis de AstraZeneca. Es la segunda marca a la que se han realizado más entregas, aunque con envíos irregulares de unas pocas semanas. Delante está Pfizer, con 899.225 y detrás de Moderna (121.900) y Janssen (45.550).
Por tanto, la región deberá continuar su campaña con tres vacunas (Pfizer, Moderna y Janssen). Sin embargo, todo indica que la mayoría de las personas que aún no se han vacunado lo harán con vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna). De hecho, solo 38,610 de Pfizer y 6,900 de modernos deberían llegar la próxima semana.
El plan de vacunación de esta semana se centra en la inyección de segundas dosis de AstraZeneca a personas entre 60 y 69 años; continuar con las segundas inyecciones de los grupos de 40 a 59 años y avanzar con las primeras inyecciones de los de treinta y veinte años.
Vergeles exige que las pruebas de farmacia no sean un certificado por infringir las reglas
El ministro de Sanidad, José María Vergeles, recomendó hacer «un excelente trabajo de sensibilización» sobre el uso de los autoensayos covid que se venden en las farmacias. Dijo que si se compraran para «llevar una vida dentro de la normalidad, harían un mal uso de un recurso de salud, ya que deberían usarse cuando se sospeche que están infectados».
Vergeles precisó que el positivo de estas pruebas debe ser conocido por el sistema de salud porque debe ser validado con una prueba de infección activa validada por el Sistema Nacional de Salud. Por tanto, cuando dan positivo tienen que acudir al sistema sanitario para comprobarlo. Comentó que «la prueba negativa no es un pasaporte en absoluto y me gustaría que quedara claro por qué estamos en una situación epidemiológica complicada».
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