Desde el inicio de la campaña de vacunación del covid en Extremadura el pasado mes de diciembre, 4.276 personas se han negado a vacunarse. Recibieron la llamada del SES pero se negaron a administrar las dosis que los protegen en la mayoría de los casos de enfermarse gravemente y, en consecuencia, de la muerte.
Hay poco desperdicio si se tiene en cuenta el número total de personas vacunadas. En realidad, no llega al 1%. Eso es el 0,55% de todas las personas que ya han recibido al menos una dosis, que era más de 768.000 a finales de julio. La guía completa ya está en posesión de 700.000 personas.
El ministro de Sanidad, José María Vergeles, ha dicho en múltiples ocasiones que la negativa a la vacunación no es un problema en esta comunidad autónoma, a diferencia de lo que está ocurriendo en zonas de países como Estados Unidos, donde incluso ofrecen incentivos económicos para obtener la población vacunada.
«El porcentaje aquí es bajísimo», insistió después de que se supiera hace una semana que dos de las tres muertes reportadas el sábado 31 de julio habían rechazado la vacuna. Se trataba de una mujer de 86 años del área sanitaria Don Benito-Villanueva y un hombre de 64 años de la zona de Mérida.
Desde el pasado mes de diciembre, la SES ha vacunado al 73,5% de los mayores de 12 años con el programa completo
Vergeles dijo que confiaba en que casos como estos aumentarán aún más la conciencia pública. “Tenemos que tener en cuenta que las vacunas son seguras y eficaces. Con estos datos de incidencia, si no tuviéramos vacunas, las hospitalizaciones y muertes en cuidados intensivos e incluso infecciones dentro de las propias residencias serían muy importantes ”, agregó.
De esta forma se puede decir que Extremadura no tiene un movimiento antivacunas preocupante, aunque en las próximas semanas quienes hayan optado por no recibir las dosis podrían alzar la voz con argumentos basados en estadísticas manipuladas.
Campaña contra las vacunas
En las próximas semanas, la mayoría de los infectados se vacunarán. También se verán las muertes de personas que hayan recibido una dosis completa o un programa de vacunación. Esto sucede porque no hay una protección total y, por pequeña o grande que sea la fuga de la vacuna, habrá casos de infectados entre la gran mayoría de los inoculados. Es evidente que si se vacuna a la mayoría de la población, lo que se espera es que aumente el número de infecciones entre los inmunizados.
En consideración a esto, y a la posible utilización de este hecho al final de la campaña de inmunización para los temas de antivacunas, el Ministerio de Salud ha lanzado una campaña pedagógica para intentar contrarrestar cualquier iniciativa de este grupo.
El objetivo del tutor es vacunar a toda la población mayor de 12 años en septiembre. Actualmente el 73,5% de las Extremaduras en edad de vacunarse ya han recibido el programa completo. Los que han recibido al menos una dosis son el 82%.
Con estos datos, la región se sitúa como una de las poblaciones más vacunadas, solo por detrás de Asturias, con casi el 75%.
Ya ha pasado la barrera del 70% inmunizado. Sin embargo, los expertos señalan que es necesario acercarse al 90% para ganar inmunidad de grupo debido a la aparición de la variante Delta, que es más contagiosa y tiene mayor escape vacunal.
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