La primera jornada del xullo será recordada en Galicia por el regreso de jóvenes y jóvenes afectados por el macro brote de COVID en Mallorca, hechos positivos y un aumento significativo de contactos, especialmente de recién llegados, que supuso un punto de inflexión en la De- escalada programada por las autoridades. Esta situación provoca la misma criminalización de la xuventude y un reflejo de cara a futuras actitudes hacia la pandemia, por lo que la policía compostelana se ve obligada a acudir a la Rúa Pérez Costanti frente al Portas dun. para actuar local de la vida nocturna, donde cientos de aves rapaces y rapaces se han apiñado para tomar las medidas de seguridad adecuadas para protegerse de la frontera o el coronavirus. La preparación previa no parece haber sido suficiente, y finalmente el instinto de la multitud. Ante una situación preocupante, medio carro propiedad de la Corporación Nacional de Policía y la Policía Local de Santiago con sus fundaciones accedieron a intentar mantener el orden. Los jóvenes que se quejaron de «mala organización» y (algunos de ellos) censuraron años pasados fueron evacuados poco antes de las doce. Los encargados del establecimiento, que querían abrir más de 23 horas, finalmente decidieron mantenerlo pelado. En declaraciones a EL CORREO, el gerente aseguró que el registro de acceso era «correcto» y que era posible, «no sé cómo comportarme», que decidí no abrir para discoteca esa noche. Tamén hizo una declaración a los policías locales que se disolvieron en este punto en la capital gallega.
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