El nombre no consta en el registro de partidos políticos, por lo que el conflicto surge únicamente cuando su titular cuestiona su uso.
La Coalición de Izquierda no gana por sobresaltos. La marca “Por Andalucía”, elegida por la coalición tras varias semanas de debate, está reservada para otra persona en el registro de marcas y patentes. Este hecho podría convertirse en un problema para la circunscripción si su titular acude a los tribunales para impedir el uso del nombre.
Antes de registrar el nombre Por Andalucía, los funcionarios judiciales de los partidos que integran la coalición -Izquierda Unida, Podemos, Más País y otras tres formaciones- consultaron el Registro de Partidos Políticos, donde esta marca no aparecía reservada, pero al parecer no como tal. bien en el Registro Mercantil. Allí, sin embargo, el nombre aparece reservado para su uso como lobby impreso. En principio, no debería ser un problema para la coalición acudir a las urnas bajo esta marca. De hecho, existen otras coincidencias entre nombres comerciales y grupos políticos, como en el caso de Vox, que además de partido político, también da nombre a una conocida marca de diccionarios editados por el grupo Anaya. Como no había título legal cuando se formó el partido de Abascal, no hubo conflicto.
Pero en este caso, el hecho de que la marca “Por Andalucía” haya sido reservada en el registro mercantil del malagueño Carlos Ortiz, que trabaja en la Diputación como hombre de confianza del PP, tras pasar por el Ayuntamiento de Málaga. La inscripción se produjo el año pasado, cuando aún se barajaba la posibilidad de una coalición entre ese partido y Ciudadanos, que finalmente no se concretó. Tiene una validez de cinco años y está registrado bajo la Sección 45 (Servicios de Grupos de Presión Política).
En la coalición de izquierdas, que negoció los términos y el nombre de la coalición en una carrera a contrarreloj -hasta el punto de que Podemos, uno de sus miembros clave, no logró presentar el papeleo a tiempo y fue expulsado formalmente- ante los presentes lo consultó en el Registro de partidos políticos, donde no se reservaba Por Andalucía, pero tampoco la comercial.
Por ahora, pueden seguir adelante con ese nombre a menos que la persona que lo registró como marca acuda a los tribunales para impedirlo, y un juez está de acuerdo.
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