Una mirada a la Pascua de hace 125 años Nos muestra que a pesar del tiempo, las costumbres y tradiciones y por supuesto los oficios y procesiones con sus altibajos, nuestros días han llegado. Los eventos se anunciaron en blanco y negro en las pocas páginas de los periódicos locales, ya que los folletos en color aún no estaban a la vista.
Santiago fue un centro cultural incomparable. Había perdido su primacía como ciudad, pero la Iglesia y la Universidad conservaban su antigua vitalidad. No era una ciudad elegante, aunque en el lado positivo se estaban gestando grandes proyectos consolidados. XX. En el medio ambiente, entre otras cosas, hay tensión ante el inminente «desastre» del 98.
En este contexto en 1896la catedral estaba ante un recuerdo siempre nuevo de ellos Santo Triduo. La prensa destaca el estreno de un miserere a cuatro voces, coro y orquesta, por Santiago Tafall, el entonces maestro de capilla.
Este salmo penitencial puso fin al oficio de las tinieblas el miércoles, jueves y viernes santo. Otras costumbres, musicalmente hablando, habían decaído, pero el canto de los miserere permaneció. Y todo esto a pesar de que un tono humorístico y desenfadado lo indica. ‘canon gruñón ‘en la novela Don Lazarillo Vizcardi (A. Eximeno), por su longitud, fue una verdadera tortura permanecer de rodillas durante su ejecución. Ver más que el maestro de capilla, de pie, parecía «el primer galán» para que luego comentaran en el pueblo lo hermosa que había sido la ceremonia: ¡Qué feliz miserere! Este desfile de flautas y violines, ¡qué divertido!
El texto no es largo, pero el adorno que lo cubría sí lo es. Tafalls tiene un tono reservado, si no austero. De hecho, se reforzó con el Orfeón del Seminario.
Aunque reinaba la memoria, había una nota de disonancia, como en ese Gaceta de Santiago: Aparte de algunas explosiones provocadas por fósforos de un chusco esparcidos por el piso, hubo mucho orden y silencio ya que no se permitía la entrada de niños con trinquetes. La escasez de luz, el temblor de la tierra, el velo rasgado del templo, alentaron bromas de este tipo.
Otras ceremonias transcurrieron sin incidentes. El prelado J. Martín de Herrera, Alcalde Salvador PargaLas fuerzas de seguridad y la banda (el batallón de los cazadores de La Habana y el del Hospicio) estuvieron presentes en las procesiones por excelencia: la Sagrada Comunión y el Santo Entierro. Los monasterios y conventos, las 11 parroquias de Compostela y la capilla real del hospital también celebraron sus propios actos.
No faltaron devociones y sermones de excelentes oradores. En la catedral el Sermón sobre la soledad. En S. Francisco es Vía crucis y Stabat mater. Con los huérfanos Sermón de la Pasión. En las almas que Sermón sobre el tormento túl de las siete palabras, acompañado de la orquesta que tocó música de este año Ledesma, Barbieri (dos referencias de la música española) e incluso una sonata de Haydn, simular el terremoto.
Me gustó eso miserere de Tafall? La prensa, que no llora sobre este asunto, la califica de bella y como mucho de El eco de Santiago recoge un breve comentario de su director A. Fernandez Tafall: “Razones fáciles de entender para nuestros lectores, dada la estrecha relación con el Sr. Tafall, no nos permiten decir lo contrario, que su autor fue objeto de muchas felicitaciones.
Enhorabuena y poco más ya que recién se reinterpretó en 2013 en la misma catedral renovada con actores muy diferentes y en versión de concierto. Es, por tanto, una herencia que aguarda en la oscuridad resurrección musical que, como entonces, o al menos lo más cercano a lo que fue entonces, armonizan los momentos álgidos de las fechas en las que a creyentes apasionados, devotos peregrinos y turistas locales desprevenidos les gusta ir a las iglesias o salir a la calle.
Es cierto que hoy todo encaja y se valora: festivales de música en recintos sagrados, visitas guiadas, degustaciones de gastronomía, supuestamente típicas de Semana Santa, etc. Todo suma, pero si es posible, que no siempre es así, nada más que esta música exactamente. en ser escuchado en el momento y en el lugar emblemático al que fue destinado.
En una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad, con una Semana Santa que muchas veces es reconocida como fiesta de interés turístico, en la que aun y con éxito se está restaurando el monumental trinquete de la torre de la catedral, vale la pena preguntar fuera de la curiosidad. : Para echar un vistazo a su herencia musical?
¡Misereando, Misereando …! Es un gerundio.
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