Durante casi tres horas, el exdirector general discute con los ponentes, niega cualquier conexión con las irregularidades e incluso culpa al presidente.
La dirección del Grupo Socialista esperaba una aparición similar a la de otros despachos anteriores del PSOE de Andalucía, que se acercó a la comisión parlamentaria que investiga las responsabilidades políticas por las irregularidades en la Caja Andaluza de Educación y Empleo (Faffe). Los antecesores de Susana Díaz se limitaron a leer un comunicado en el que exponían sus razones para no explicar, pero el exdirector general no se apegó al guión previsto: explicó, discutió con todos los ponentes e incluso enfatizó la falta del mismo desde mesas de el presidente, el diputado de Ciudadanos Enrique Moreno, a quien reemplazó temporalmente en el cargo de presidente del debate, en otros dudó de su falta de imparcialidad para cumplir con este rol institucional. Todo ello durante tres horas, durante las cuales la comisión pareció convertirse en una comedia de enredos con el expresidente como protagonista exclusivo.
Díaz no importaba. Ante algunas preguntas de los ponentes, cambió de roles y fue ella quien entrevistó a sus interlocutores, exigió que convoquen al presidente, Juanma Moreno, oa los encargados de su gobierno para asegurarse de que tuvieran más información que ella e incluso corrió. el cargo de Presidente de la Comisión para solicitar al abogado de la Sala que desestime las alegaciones de negativa a asistir. Cuando la polémica se fue de las manos para quien tuviera que liderar el debate, ocupó su lugar. «Vamos a calmarnos», dijo.
Todo ello en medio de una declaración que giraba en torno a dos argumentos: que el mandato de Faffe era anterior a los años en que ostentaba la responsabilidad política en la Junta de Andalucía, primero como ministra de Presidencia e Igualdad y luego como presidenta, y el de la composición de La Comisión y su propia citación no tenían otro objetivo que perjudicar a su partido.
Díaz recordó que Faffe se fundó en 2003 y se disolvió en 2011, un año antes de incorporarse al gobierno como asesor de José Griñán. A pesar de los reiterados intentos de los portavoces del PP, Ciudadanos y Vox, de responder de la fase de liquidación de la fundación, que, como han subrayado reiteradamente, se produjo durante su mandato, no salió. «Yo no estaba cuando estaba Faffe», argumentó con urgencia, «cuando llegué al gobierno no había nada, ni fundamento ni recursos».
Cuando la portavoz del PP, Ana Vanessa García, mencionó que los encargados de la Faffe usaban las tarjetas de la Fundación para gastar en burdeles, se limitó a responder que durante su mandato como presidenta ninguno de su gobierno tenía tarjetas de la junta directiva. Al finalizar la actuación, Díaz expresó su satisfacción por haber conservado su legado de «honestidad y transparencia».
Siempre que se le pidió que explicara la información a la que tuvo acceso y sus responsabilidades durante el ejercicio de la Presidencia del Consejo de Administración, respondió que sería útil convocar a representantes de la actual Junta de Andalucía para que les presentaran la información y pidió a la miembros de la comisión por qué no lo hicieron. «Tienes el pacto del silencio», dijo.
Díaz, citado a las siete y media de la mañana, se presentó puntualmente y estuvo acompañado de algunos de sus compañeros más fieles, los exconsejeros José Fiscal, Javier Fernández y Rodrígo Sánchez de Haro y la exsecretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez- se presentó satisfecho después de la actuación y no tuvo dudas sobre el resultado. «Después de que funcione, dudo que me vuelvan a llamar», dijo.
Los portavoces de los tres grupos parlamentarios que entrevistaron a Díaz -PP, Ciudadanos y Vox- hicieron una valoración completamente diferente del desempeño del ex presidente de la junta. Ana Vanessa García, del PP, dijo que la líder socialista había perdido la oportunidad de dejar un legado de transparencia en el parlamento y lamentó haber mantenido «un pacto de silencio entre los líderes socialistas» de no dar ninguna información.
Para García, “esta comisión ha podido constatar que el escándalo de Faffe no fue el ruido del PP ni una estrategia del Partido Popular, como ha argumentado en varias ocasiones el expresidente”, sino “detrás de la denuncia pública del PP”. algunos hechos probados en esta comisión ”.
La portavoz popular insistió en que Díaz «podría haber trabajado y ayudado a aclarar responsabilidades políticas» ya que fue «secretaria de los socialistas sevillanos y andaluces y presidenta del consejo de administración». García señaló que durante su mandato, «los expedientes de restitución y la averiguación interna previa se guardaban en cajones y con estos subsidios no se hacía nada sin justificación», que recordó que «llegarían a los millonarios».
Por parte del portavoz de Ciudadanos en la Comisión, Juan de Dios Sánchez, Susana Díaz no respondió a ninguna de las preguntas planteadas. “Él simplemente respondió de manera evasiva. Vino a intentar lavar el panorama pero lo que consiguió es reírse de todos los andaluces por hacer un espectáculo mediático que no traía nada de luz ”, dijo.
Para Ángela Mulas de Vox, la exdirectora mintió al decir que la fundación no existió durante su mandato, una declaración falsa en su opinión ya que se llevó a cabo la liquidación en 2016 cuando ella dirigía la Junta de Andalucía.
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