«Si hubiera frenado cuatro segundos antes, no estaríamos aquí»

Ante la pregunta del fiscal, el imputado admite que tras el accidente de Agrois se reforzó la seguridad de muchos puntos similares de la ruta. «¿De verdad no tienes el poder de juzgar y sopesar si hay formas de enfrentar este riesgo?», le vuelve a preguntar a Cortabitarte. «No tenemos las habilidades de evaluación de riesgos», responde.

“Lo que es imposible es que alguien en el punto más importante de una ruta le diga al tren que estoy bien y lo engañe con el sistema de hombre muerto mientras están al teléfono”, dice Cortabitarte. Tampoco entiende que Garzón hablara cien segundos de un asunto que no es urgente. «Si hubiera frenado cuatro segundos antes, no estaríamos aquí», añade. El conductor del tren frenó a 179 km/h y afirma que el tren no se habría descarrilado a 160 km/h.

Cortabitarte explica que las curvas en la vía férrea no están señalizadas si son peligrosas, sino que hay una tabla de velocidades máximas que el maquinista debe respetar. También informa que, al igual que Angrois, hay muchos más puntos en la línea, sobre todo en las entradas y salidas de las estaciones, y que «no hemos tenido incidencias».

“Lo que nadie puede prever es que un tren pueda pasar a más de 160 kilómetros por hora”, dice el exdirector de ADIF, que sigue insistiendo en que el conductor tiene toda la responsabilidad

Cortabitarte niega que la curva de Angrois fuera peculiar y dice que hay 1.800 «con estas características o peores».

El fiscal jefe afirma que no se apreció bien la «naturaleza» de la línea y pregunta por qué no se controló la velocidad. “Todo el riesgo se atribuye al conductor, pero si hubiera un análisis que detectara este problema, probablemente no estaríamos aquí. ¿Por qué no se evaluó y resolvió este riesgo como después con una baliza?”, pregunta.

Cortabitarte culpa al conductor del tren, el otro sospechoso, del accidente porque asegura que con el sistema de control ASFA, la velocidad dependía de él. “La causa del accidente es el incumplimiento del conductor de la velocidad prescrita”, dice.

El otro imputado, Francisco José Garzón, el conductor del tren, no asiste a la audiencia donde hoy declara Cortabitarte.

El fiscal le pregunta si realmente no tenía las habilidades para evaluar amenazas y riesgos. «¿Realmente no tuviste la oportunidad de decidir sobre las amenazas y si los riesgos eran soportables? ¿Me estás diciendo que tu actuación fue meramente pasiva? La pregunta. “No, no fue así”, responde Cortabitarte, quien elude aún más la pregunta.

El exdirector de ADIF asegura que «no hay una sola persona» responsable de seguridad y que «no vamos a encontrar a esa persona».

Con una serie de argumentos y explicaciones técnicas, Cortabitarte intenta sortear las escuetas preguntas del fiscal sobre si tiene competencia para la seguridad de la línea y si su certificado es un requisito indispensable para su nombramiento.

Cortabitarte explica que la curva de Angrois fue diseñada para ser recorrida a 160 kilómetros por hora, el doble de la velocidad de confort, que era de 80 ya la que estaba limitada.

Cortabitarte dice que no tenía competencia en la evaluación de riesgos de la línea. Sin embargo, el fiscal le recuerda que durante la investigación dijo que era el jefe de seguridad y que había emitido un certificado de seguridad para la línea, sin el cual no podría haber estado operativa. La fiscalía insiste y el acusado tiene que reconocer que sin su certificado no se podría haber operado, pero dice que «era uno más» de lo necesario.

El Fiscal General de Santiago inicia su interrogatorio preguntando por la trayectoria profesional de Andrés Cortabitarte. Explica que fue Director de Seguridad en el Tránsito desde 2005 hasta el 2 de junio de 2013.

Comienza el testimonio de Cortabitarte. Sólo responderá a la fiscalía, al juez y a su abogado.

La plataforma de víctimas Alvia ha emitido un comunicado diciendo que responsabiliza al exjefe de seguridad vial más que al conductor por el accidente. Afirman que coinciden con la fiscalía en que el descarrilamiento no se habría producido si ADIF hubiera evaluado el riesgo en Angrois.

Con más de media hora de antelación para evitar abucheos desde la plataforma Alvia, Andrés Cortabitarte, exdirector de seguridad de tráfico de ADIF, ha entrado en la Cidade da Cultura para declarar como imputado en el caso Angros.