Eduard Gratacós (BCNatal) afirma que el estudio «cambiará el paradigma»
BARCELONA, 7 de diciembre (EUROPA PRESS) –
Un estudio clínico en mujeres embarazadas con alto riesgo de recién nacidos con bajo peso al nacer mostró que las intervenciones guiadas y estructuradas basadas en la dieta mediterránea o “mindfulness” redujeron la incidencia de bajo peso al nacer del 29% al 36%.
Así lo anunció el director de BCNatal, Eduard Gratacós, en una charla con los medios, cuya institución -formada a partir del Hospital Clínic y Sant Joan de Déu- coordinó el estudio junto con la UB con el apoyo de la Fundación La Caixa.
Gratacós dijo que Impact Barcelona, publicado en la revista Jama, fue un estudio «ambicioso» ya que fue el primero en aportar evidencia científica de que puede reducir las complicaciones en este tipo de embarazos no tratados.
Los bebés que nacen con bajo peso, que pesan por debajo del percentil 10, representan el 10% de todos los nacimientos, lo que sugiere un crecimiento retardado en la vida fetal y un desarrollo neuronal más deficiente en la infancia, y se deben más problemas de salud metabólicos y cardiovasculares en la edad adulta.
Más de 1.200 mujeres embarazadas con alto riesgo de tener un bebé pequeño participaron en el estudio durante tres años y se dividieron aleatoriamente en tres grupos: mujeres embarazadas que visitaban a un nutricionista para seguir una dieta mediterránea; otros en un programa de «atención plena» para reducir el estrés, y un tercer grupo de control con el examen de seguimiento habitual.
PROGRAMAS PERSONALIZADOS
La investigadora Francesca Crovetto ha dicho que el objetivo del grupo de dieta mediterránea era modificar los hábitos alimentarios y adaptarlos a la dieta mediterránea con la ayuda de una nutricionista con la que tenían una cita mensual.
La intervención para la reducción del estrés se basó en el programa Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR) basado en el embarazo durante ocho semanas: se formaron grupos de 20-25 participantes, con meditación bajo la guía de un maestro y una parte activa del yoga, también como retiro y meditación de todo el día.
El estudio concluyó que el embarazo puede reducir el porcentaje de bajo peso fetal y reducir las complicaciones del embarazo cuando se sigue una dieta mediterránea estructurada y guiada o «mindfulness».
La investigadora Fàtima Crispi ha asegurado que las gestantes del grupo control tenían un 21,9% de los recién nacidos con bajo peso, mientras que el porcentaje de las que seguían la dieta mediterránea era del 14% y de las que practicaban el «mindfulness» del 15,6% es aproximadamente un 30% menos probable.
CAMBIO DE PARADIGMA
Gratacós reiteró que se trata de un estudio pionero que «cambiará el paradigma» y generará una avalancha de nuevos estudios ya que demuestra que la intervención estructurada del estilo de vida reduce las complicaciones del embarazo que ningún tratamiento previo ha mostrado efectos beneficiosos, y ha subrayado su fortaleza estadística.
Para él no es investigación del «mañana» y es complicado de hacer a nivel de la atención universal de salud, pero los resultados muestran que innegablemente funciona con la población seleccionada y ahora van a hacer más investigación y en otros aspectos porque fue diseñado para ser ligero.
Una de las embarazadas que siguió el programa de dieta mediterránea, Josefin Berg, afirmó que fue muy fácil de seguir y que contó con el apoyo de la nutricionista en todo momento, mientras que M.Carmen González Sánchez, que siguió el «mindfulness», Por un lado, dijo que era muy bueno para ella «estar consciente del presente y no pensar en el trabajo de parto o el parto todo el tiempo».
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