El verano no siempre es sinónimo de sol y arena. Hay quienes aprovechan este momento para redescubrir nuevas ciudades y lo urbano desde la perspectiva de viajar despacio: sin descanso, pero sin prisas, una tendencia que arrasa.
Y es el de Comida rápida Y se acabó la prisa por hacer y ver todo gracias a los momentos complicados de la pandemia de querer disfrutar de todo en paz: comida, familia, amigos, cultura y lugares.
Los que prefieren no cruzar fronteras han elegido Compostela este año, donde las ventas han aumentado un 274 por ciento respecto a 2020. Así se desprende de un análisis realizado por la agencia de viajes online Rumbo.es, en base a las reservas realizadas por los usuarios de este portal durante las últimas semanas.
Hay quienes tenían un tema para el Camino de Santiago y decidieron repetirlo para un verano verdaderamente completo de naturaleza, aventura, reclusión, cultura, religión y ¡por supuesto! Gastronomía. Así, la ruta de Jacob es una de las actividades más desafiantes de la comunidad gallega.
Según este estudio de Rumbo, se han redefinido las vacaciones de verano y todo el año. Disfrutar y descubrir nuevos destinos de viaje siguen siendo los principales objetivos, pero ahora con un componente de desvinculación muy personal.
Ya no se trata solo de visitar un lugar porque atrae la atención por algo especial. El objetivo es tener una experiencia única y relajante que corresponda a nuestro deseo de escapar de la realidad por un momento. Los nuevos perfiles que han surgido tras la pandemia han cambiado no solo las actividades sino también los destinos, y parece que la capital gallega y el Camino de Santiago encajan perfectamente en esta nueva tendencia. Además, hay que sumar el atractivo del Año Santo que sigue atrayendo gente a Compostela.
La capital gallega tiene la ventaja de estar muy próxima a las ciudades costeras, así como a otras atractivas ciudades gallegas como Vigo, Pontevedra o A Coruña, por lo que muchos visitantes la utilizan como punto de partida para conocer otros puntos del municipio. . .
A partir de los datos de este análisis de Rumbo, se puede ver que uno de los objetivos en esta era post-Covid es escapar de las masas. Por lo tanto, no es de extrañar que la demanda de personas que viajan solas continúe creciendo a su propio ritmo. Como la tendencia de los alojamientos sólo para adultos, gracias a sus servicios más personalizados, como la posibilidad de relajarse en un spa privado solo y sin la menor molestia. Menorca y sus bahías recónditas con alojamientos exclusivos triunfan entre estos perfiles con un incremento mundial de las ventas del 136 por ciento respecto a 2020.
Otra ciudad que tiene mucho éxito como Santiago es Málaga. Su oferta cultural para descubrir grandes como Picasso, así como la posibilidad de contemplar el mar desde cumbres como el Castillo de Gibralfaro, han hecho que este destino en este segmento aumente un 231 por ciento respecto al año anterior.
Los adultos más urbanos optan por lugares como Bilbao, Valencia y la Ciudad de la Luz: París. Ambientes muy diferentes, pero con inmejorables opciones de ocio y gastronomía.
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