Te podrás imaginar que, como persona que está acostumbrada a probar los últimos lanzamientos de móviles y a llevar más de un dispositivo encima la mayor parte del tiempo, me preguntan a menudo cuál es el mejor que he probado últimamente.
Y lo cierto es que en un panorama en el que, como dice Carl Pei (de Nothing), los móviles cada vez se parecen más entre ellos, a veces resulta difícil escoger un modelo que sobresalga por encima del resto de su categoría, incluso en la gama alta, pero 2024 empieza y creo que ya tengo un claro candidato a móvil del año.
Samsung ha madrugado este año tanto como es habitual y ha sido una de las primeras grandes marcas en lanzar su buque insignia móvil de 2024: la familia Galaxy S24, presentada a mediados de enero y que ha sido el inicio de la apuesta de la compañía surcoreana por las funciones de inteligencia artificial.
En esta serie se encuentra el móvil de gama más alta de Samsung de este año, al menos dentro del formato no plegable, y ese es el Samsung Galaxy S24 Ultra: más grande, con lápiz óptico como la extinta familia Galaxy Note y la cámara más ambiciosa de la marca.
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He tenido la oportunidad de probar el nuevo Galaxy S24 Ultra durante más de una semana y tengo que reconocer que tengo más claro que nunca que será uno de los mejores móviles de 2024 e incluso que es uno de los productos más completos y redondos que han pasado por mi mano en muchos años escribiendo reviews.
Dicho esto, deja que entre en detalle.
El Galaxy S24 Ultra es inconfundible en diseño: es de los móviles más grandes y acierta al abandonar la pantalla curva (con un pero).
Samsung hace pequeños cambios en sus modelos Galaxy S Ultra todos los años, pero con una línea común gracias a la que el smartphone de este año se confirma como uno de los diseños más reconocibles del mercado en la actualidad.
El Galaxy S24 Ultra no usa bordes redondeados en la pantalla como la mayoría de los terminales, sino que opta por pantallas completamente rectangulares y esquinas también afiladas que recuerdan a cómo Sony –aún– diseña sus Xperia. En general diría que es un móvil bastante atemporal.
El terminal de Samsung también es uno de los móviles más grandes que encontrarás hoy. Mide 162,3 milímetros de largo y 79 milímetros de ancho, lo que hace que no sea idóneo para los bolsillos ni los bolsos más estrechos.
Su grosor, de 8,6 milímetros, este año se siente mayor por la pantalla plana, es decir, sin la curva que ya el año pasado se había reducido mucho, y tampoco te parecerá un móvil ligero con sus 232 gramos, que lo convierten en uno de los móviles más pesados en Android, al nivel incluso de algunos plegables, como el Honor Magic V2.
Samsung ha utilizado titanio en el diseño de los bordes metálicos, al igual que la serie iPhone 15 de Apple. Con un diseño bastante plano y solo ligeras curvas para que no sea afilado, es uno de los móviles más sólidos que he probado nunca y se siente extremadamente resistente, algo que en la pantalla también apuntala la protección Gorilla Glass Armor.
Aunque es agradable al tacto y apenas deja huellas en su parte trasera, al mismo tiempo sus esquinas a veces me han molestado al sujetarlo porque te dejan marcas en la mano al sujetarlo.
El terminal tiene como es habitual en esta gama un lector de huella dactilar bajo la pantalla que, al igual que el año pasado, funciona mejor que la media, ya que requiere pocos toques para configurarlo y el área es bastante grande.
Su precisión y la experiencia general que permite es de las mejores en el ecosistema Android actual, aunque no al nivel de la del Vivo X80 Pro (¡de 2022!).
Esconde un accesorio lleno de nostalgia: el lápiz S-Pen, que ha mejorado en la escritura.
Como ya es típico desde el nacimiento de la serie Ultra, el Galaxy S24 Ultra está caracterizado por incluir escondido tras una ranura con forma de botón el accesorio que hizo famosa en su día a la ya desparecida familia Galaxy Note: el lápiz óptico S-Pen.
Aunque cada día me parece algo más discreto y con menos protagonismo, la verdad es que me encanta que Samsung lo mantenga porque es un elemento que en el uso cotidiano no estorba pero que puede ser muy útil y que a la vez despierta la nostalgia de los momentos en los que la tecnología no eran todo pantallas táctiles como hoy.
En mi experiencia me ha parecido una delicia usar el S-Pen en la primera pantalla planta en un Galaxy S Ultra –incluso los últimos Note tenían bordes laterales en los que el lápiz resbala y el trazo falla–. La latencia este año se ha reducido a apenas milisegundos inapreciables y realmente he sentido como si escribiera en papel y boli.
La sensación general que he tenido es que la precisión, la sensibilidad a la presión y el bloqueo de palma han mejorado mucho respecto al año pasado, aunque técnicamente siga sin poder compararse con las tabletas de gama alta y para diseñadores.
La pantalla AMOLED es la joya de la corona este año gracias al diseño plano, su enorme calidad y su brillo altísimo.
El Samsung Galaxy S24 Ultra es prácticamente todo pantalla y eso constituye una declaración de intenciones porque creo que es el componente de hardware que más sobresale de un dispositivo ya de por sí bastante redondo –metafóricamente.
Con sus 6,8 pulgadas, el móvil de Samsung tiene una de las pantallas más grandes que puedes encontrar un móvil actual con formato no plegable. Destacaría también lo elevado del ratio de pantalla y lo estético de esos bordes tan finos y simétricos en todas las partes del teléfono.
Samsung, que no por casualidad es uno de los principales fabricantes de pantallas del mundo, se ha querido lucir en este buque insignia de 2024 con un panel LTPO AMOLED 2X con una resolución espectacular (1.440 x 3.120p), en el que fotos y vídeos se ven mucho mejor, a todo lujo de color (HDR10+) y el movimiento del scroll es suave y fluido gracias a sus 120 hercios de refresco.
A destacar también el brillo más alto hasta ahora en la marca, de hasta un máximo de 2.600 nits, que permite que el contenido se vea perfectamente incluso en días soleados. De hecho, se ve mejor que algunos móviles con más nits cuando sales a la calle gracias a su tecnología antireflejos.
Es una auténtica bestia en cuanto a potencia interna gracias a su chip Snapdragon 8 Gen 3.
Samsung ha seguido la senda que ya caminó el año pasado por primera vez con el Galaxy S23 Ultra en este nuevo modelo, ya que en lugar de chip Exynos propios ha adoptado el procesador de gama más alta del momento en el ecosistema Android: Snapdragon 8 Gen 3.
Este chip de 4 nanómetros tiene un rendimiento más que contrastado que hace que el terminal vuele en las tareas exigentes y regule bien el consumo de energía (solo se me ha calentado ligeramente al cargarlo) y sobre todo garantiza que todos los consumidores del mundo disfruten de una experiencia similar, a diferencia de lo que sucedía hace unos años.
El resto de tecnologías también están al nivel de un móvil que aspira, y en mi opinión lo consigue, ser uno de los mejores móviles del año, ya que el almacenamiento es UFS 4.0 y puede llegar hasta 1 TB en su versión más cara –la RAM no se especifica, algo que me parece mal para un móvil que parte de casi 1.500 euros–.
Se nota que estás ante un buque insignia cuando los utilizas porque las aplicaciones abren en un abrir y cerrar de ojos, soporta la multitarea sin ralentizarse y he podido subir archivos pesados en muy poco tiempo.
Es un móvil para videojuegos tan bueno o mejor que muchos modelos gaming gracias a su pantalla plana y fluida y su potencia descomunal.
Si eres gamer y estás dudando del rendimiento del Samsung Galaxy S24 Ultra en videojuegos, tengo que reconocerte que la experiencia jugando desde el móvil ha sido una de las mejores que he tenido hasta ahora, y ha sido un aliado perfecto para ganar partidas como churros a Pokémon Unite en modo competitivo.
La incorporación de la pantalla plana hace que ya no tengas esos clics fantasmas en los bordes que te podían aguar una partida, y además su calidad hace que la imagen sea particularmente fluida y nítida y que prácticamente no se note ninguna latencia cuando haces clic –aunque tampoco sabemos la tasa de refresco táctil en hercios–.
Me ha parecido que el sonido es correcto y llega a niveles bastante elevados con una calidad aceptable cuando lo pones al máximo, aunque con un efecto algo metálico.
El sonido sigue cuando tapas el orificio de salida de la parte inferior y consigue un efecto estéreo, aunque los altavoces superiores no están al nivel como para darte una experiencia comparable y creo que es algo en lo que aún hay margen de mejora.
La batería es buena en autonomía pero creo que la carga rápida de Samsung no debería seguir estancándose pese a no incluir el cargador en la caja.
Samsung Galaxy S24 tiene una batería con una capacidad estándar de 5.000 mAh, presente en la mayoría de las gamas, pese a que sus dimensiones están por encima de lo normal.
Samsung no está mejorando la capacidad de batería de sus móviles como sí están haciendo otros fabricantes como Honor con el uso del carbono silicio, pero en su lugar apuesta por un consumo de energía más optimizado junto con el chip de Qualcomm que permite que llegue al final del día sin problema alguno, e incluso te reste capacidad para medio día más.
Lo cual no está mal, pero no se aprecia mucha mejora con respecto a los últimos 5 años.
Como sucede desde hace ya 3 años, el Galaxy S24 Ultra se vende sin el adaptador de carga incluido, y esta es la excusa de la marca para que la carga rápida lleve estancada desde los inicios de los Galaxy S Ultra en los 45 vatios por cable y 15 vatios de carga inalámbrica Qi.
Pese a no incluir el cargador y que cada usuario pueda comprarlo por su cuenta, habría agradecido una mejora en la carga rápida que permita cargar el teléfono en menos de una hora y cuarto, que es aproximadamente lo que he tardado con un cargador de 40W y PD que tenía en casa.
One UI sigue siendo fiel a su esencia (y sigue teniendo margen de mejora)…
A nivel de sistema operativo, Samsung sigue utilizando su propia interfaz que tantos adeptos tiene como es One UI 6.1, una versión que en este caso se basa en Android 14, la actualización más reciente del sistema operativo de Google.
Samsung se esfuerza en que su interfaz sea consistente pese a los cambios que llegan periódicamente a Android, algo que tiene sentido ahora en especial gracias a los 5 años de actualizaciones que garantiza el fabricante surcoreano.
Tendrás los mismos iconos y una forma de uso muy similar a la de los últimos años si ya hasta tenido algún móvil Samsung, con viejos conocidos como la tienda de aplicaciones Galaxy o el Gaming Hub propio de la marca para los videojuegos.
Personalmente, habría agradecido algún avance en el editor de imagen y vídeo, con el que se pueden hacer cambios interesantes pero que no siempre es muy intuitivo y visual. Creo que Google Fotos es una mejor opción, pero para gustos, lo colores.
… pero la IA le roba todo el protagonismo con funciones que ya son muy útiles.
Y si hay un elemento de software que se ha llevado toda la atención este año son las funciones de inteligencia artificial con las que Samsung quiere mejorar y aumentar la experiencia de uso cotidiano.
Me gusta que no se sienten nada intrusivas la mayor parte del tiempo pero te pueden ayudar muchísimo, como a la hora de traducir a otro idioma –con una precisión más que aceptable al nivel de Deepl– tus chats de WhatsApp o incluso traducción en tiempo real durante llamadas de voz, avisando al receptor.
En el vídeo te muestro otra función discreta que te permite ver a cámara lenta vídeos que no se ha grabado en slowmotion solamente manteniendo pulsada la pantalla, generando fotogramas adicionales mediante IA y con una calidad sorprendentemente buena como ves. Una lástima que no sea tan fácil hacerlo para verlo como después exportarlo, pero bueno.
La cámara trasera cuádruple sigue siendo una de las más completas y mejora en la mayoría de aspectos, sobre todo en el modo noche, aunque el zoom da un pasito atrás.
La cámara es la gran apuesta de la serie Galaxy S Ultra y este nuevo modelo no es una excepción, ya que Samsung le ha dado mucho protagonismo con razón y ha dado muchos pasos adelante en algunas funciones como el modo noche.
Aunque en otros casos no tengo tan claro que haya mejora como en el zoom y el teleobjetivo, puedo decir con seguridad que es una de las mejores cámaras del año y no me ha decepcionado en ningún momento.
Antes, los números por delante:
- Cámara principal angular de 200 megapíxeles (f/1.7) con óptica de 24mm y estabilización óptica: la más versátil, para que hagas fotos a tope de resolución.
- Sensor ultra gran angular de 12 megapíxeles (f/2.2), óptica de 13mm y 120 grados de rango: para las panorámicas más amplias.
- Lente teleobjetivo de 10 megapíxeles (f/2.4), óptica de 70mm, y zoom de 3x: para detalles y retratos.
- Periscopio (teleobjetivo) de 50 megapíxeles (f/3.4), óptica de 120mm y zoom 5x: para el zoom.
- Cámara selfi perforada en pantalla de 12 megapíxeles (f/2.2) y óptica de 26mm: para los amantes de las autofotos.
El retrato con la cámara trasera es uno de los fuertes del Galaxy S24 Ultra, con un desenfoque natural y progresivo, un cambio de tono de piel suave pero favorecedor y un recorte que no falla ni en el pelo rizado.
Aunque te recomiendo que para los retratos te alejes un poco y uses la óptica x3, que activan los teleobjetivo y que consigue el tono más natural y el mejor desenfoque con precisión en el corte (mira el pelo).
La cámara selfi tiene buena calidad general y la mejora del modo retrato en el tono de piel es evidente, pero aquí el recorte sí que falla mucho en el pelo.
Si quieres que entre más gente en la foto puedes usar el selfi angular, un acierto, aunque falla también el el recorte si activas el modo retrato.
Samsung ha elegido un ultra gran angular de muy buena calidad que mantiene bien la estética, aunque produce distorsiones en los bordes.
Los cielos son made in Samsung, con tonos azules eléctrico que se exceden sobre todo si usas el gran angular. Es un clásico de la marca que gusta a muchos, pero yo diría que peca de poco natural con respecto al año pasado.
El zoom sigue siendo bueno pese al paso atrás: casi no se nota que ha bajado a 5x hasta los 10 o 20 aumentos, pero más allá de 30 sí que pierde demasiada calidad.
Otra cosa que he advertido es que se hay cambios en el color según la óptica elegida, como en este ejemplo: el teleobjetivo produce un naranja más vivo en las flores, frente al rojizo apagado del periscopio.
No tiene macro pero sí un modo comida que te puede hacer el apaño por su foco crítico más corto y lo bien que desenfoca el fondo y potencia el color.
El modo noche es de los mejores del momento: salva muy bien las luces intensas (mira el edificio) y añade mucha luz a la imagen y un tono cálido en el suelo y azulado en el cielo.
El modo noche me ha sorprendido en interiores poco iluminados donde llega a superar al ojo humano: aunque resulte difícil de creer, ambas fotos son en el mismo rellano en penumbra y con la misma luz.
El vídeo hace las delicias hasta de los más intagrammers gracias a tomas llenas de color y detalle, con mucha facilidad para enfocar. Como ejemplo, mira esta cámara lenta.
La estabilización es otro de los puntos fuertes, incluso con poca luz, consiguiendo un efecto muy cinematográfico y nada de vibraciones ni pérdidas graves de foco.
A continuación te dejo una galería de fotos tomadas con el Samsung S24 Ultra para que veas cómo se desenvuelve su cámara:
Samsung Galaxy S24 Ultra se corona como el móvil a batir de 2024 gracias a su nuevo diseño, su pantalla, la IA y una cámara que no decepciona.
Por todo lo anterior, el Samsung Galaxy S24 Ultra me parecido uno de los móviles más perfectos que han pasado por mis manos en años, y no es fácil que diga esto. Creo que los 1.479 euros por los que parte son un precio alto que hace que no sea para todo el mundo pero que, si estás dispuesto a gastarte ese dinero, lo vale.
Samsung ha dado el paso adelante que necesitaba esta familia al retirar la pantalla con bordes curvos, una decisión que ha hecho el panel brille más que nunca y ponga el listón muy alto para los fabricantes que vienen detrás. Y al mismo tiempo ha sabido mantener la tradición con el lápiz S-Pen y One UI.
Pero sobre todo es un móvil con novedades que quizá no se aprecian demasiado a simple vista pero que destacan especialmente por unas funciones de IA discretas pero muy útiles que te pueden sacar de más de un apuro si le das una oportunidad.
La cámara vuelve a ser una de las mejores del año gracias a un modo noche espectacular que a día de hoy creo que solo puede compararse con el de Huawei-Honor, y quizá el paso atrás al volver al periscopio x5 en vez de x10 –con el peor rendimiento del zoom–y el estancamiento general de la batería son los dos únicos puntos a reprochar de un móvil por lo demás intachable.
Es cierto que se trata de un móvil de 1.500 euros –y hasta 1.800 si eliges la opción de 1TB– pero parece que Samsung ha dado con la tecla para seguir poniéndole las cosas difíciles a Apple en la gama alta y al mismo tiempo seguir siendo líder en este segmento más premium en el ecosistema Android.
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