Tomará diez años en lugar de los quince años anteriores e implicará una revisión completa de materiales y métodos. Así, el nuevo contrato de limpieza urbana supondrá una revolución total en el servicio, como dijo ayer la Concejalía de Delegadas Mila Castro en la presentación del nuevo concurso, que ya está abierto y cuenta con un presupuesto de más de cien millones. Como se indica en las especificaciones, se distribuirán un total de 4.630 contenedores por toda la ciudad para el servicio. El desglose es el siguiente: 2.934 para residuos y materia orgánica; 605 para envases ligeros; 428, vidrio; 395 para cartón y 275 para baterías.
Se adjudica en dos lotes, el primero con 99 millones que cubre limpieza, recogida de residuos y mantenimiento de todos los equipos, mientras que el segundo con 4,5 millones es para centros especiales de empleo y se utiliza para recogida de papel y cartón.
El contrato actual, que se adjudicó en 2005, tenía una duración de diez años y podía prorrogarse por otros cinco. Ya había caducado y trabajaba precariamente con los recursos materiales y humanos de la época, según denunciaron los propios empleados de la empresa en pleno, y habían valorado a todos los vecinos porque había sido inadecuado.
Ahora, ha afirmado el ayuntamiento, se contempla una nueva visión del servicio no solo con una mejora cuantitativa, ya que se incrementará el número de contenedores y las zonas por las que se distribuirán, que ahora se clasificarán en función de sus características urbanísticas. pero también se modernizarán los sistemas. De esta forma, los nuevos contenedores cuentan con un medidor de carga que avisa cuando se supera el 75% de capacidad para que se puedan vaciar.
Excursiones. Esta información no solo evita desbordes cuando se rellena el colector, sino que también permite optimizar la recogida, determinar los recorridos del servicio de limpieza en función del nivel de carga en cada zona y la adecuación a las necesidades en cada momento.
Es decir, habrá un sistema de recogida a la carta que también se utilizará en el centro histórico, donde en determinados momentos, en lugar de contenedores estáticos, se habilitarán instalaciones temporales que permitan a los vecinos depositar la basura y luego retirar. Para otras partes del área urbana, también se planea un servicio especial en lugares donde la presencia de una instalación crea un mayor volumen de residuos, p. Ej. B. en grandes supermercados o donde se congregan las industrias de la hostelería. Otro cambio importante es la introducción de un nuevo contenedor de color marrón y que se utiliza exclusivamente para la recogida selectiva de biorresiduos.
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