«Akahaus o el miedo» dice uno de los nietos de los ejecutados al inicio de los levantamientos
15 de diciembre de 2022 . Actualizado a las 6:59 p. m.
a los pontes Francisco GuerreroGuerreirovecino de O Freixo, Xaquín Antón Rodeirode Vilavella y Manuel Franco Bermúdez, de Saa (Vilavella), fueron fusilados contra un muro del cementerio de A Capela la noche del 19 de agosto de 1936. Eran republicanos (Francisco era concejal socialista) y campesinos y, como ellos mismos explicaron tras su detención, «no escaparon porque no se sintieron culpables de ningún delito», como recuerdan sus descendientes. Otros presos se fugaron a la montaña durante el traslado a A Capela.
Desde ayer, Víctor Vicente García, Sara Díaz Jiménez y Oria Ferreiro Diz, de la empresa Tempos Arqueólogos, intentan localizar sus restos en un extremo del antiguo cementerio, a partir de estudios geofísicos realizados hace una semana. Las encuestas realizadas en 2008 no arrojaron ningún resultado y ahora, a petición de los descendientes de los tres represalias, el grupo Histagra cuenta con un equipo de investigación multidisciplinar de la Universidad de SantiagoHa iniciado una nueva búsqueda. «En la primera fase del proyecto, Gustavo Hervella [documentalista] y Conchi López, han elaborado los informes históricos a partir de los datos disponibles sobre las personas que podrían estar aquí enterradas”, comenta Vicente García, director de la excavación, al pie de un montículo de tierra excavado durante la primera de las tres obras previstas. días, hasta el viernes. “En este momento”, dijo, “está lleno de material orgánico, el georadar ha marcado una anomalía entre un metro y 1,30 metros de profundidad” a la que esperan llegar hoy. El radar de sondeo terrestre descubierto en la en Los puntos dados en el estudio histórico anterior no tienen pistas, por lo que decidieron trasladar los sondeos a los lugares donde parece posible encontrar una tumba. El objetivo de los arqueólogos es encontrar los entierros. Si aparecen restos humanos, Fernando Serrulla Rech, médico de Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga)hará una evaluación inicial en el sitio. “Si de ahí se concluye que puede ser una de las tres personas y no es un entierro conjunto, se procederá a la exhumación”, dice Vicente García. El siguiente paso será el estudio genético del profesor e investigador Ángel Carracedo Álvarez.
José Guerreiro Pena, nieto de uno de los ejecutados, acudió al cementerio a primera hora de la mañana. «Fin o miedo, exigimos dignidad y medios, que se justifiquen, que se cambien actas de defunción y que parezcan verdaderas [no recogen la causa de las muertes]el miedo que han pasado nuestras familias y porque nos ha dejado huella a todos en todos los niveles, ni siquiera en lo personal, que problema, que sobriedad en la manifestación del cariño que ahora, constreñimiento de dos telas, nos está perdiendo“, explicó. Confía en que la excavación arqueológica cierre este trágico capítulo de la historia reciente y la historia especial de estas tres familias.
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