Santiago. La Puerta Santa de la Catedral de Santiago es accesible para personas con movilidad reducida desde que abrió el 31 de diciembre. Así, si un visitante en silla de ruedas o con dificultad para bajar los dos escalones del porche solicita el acceso, el personal de seguridad instalará una rampa portátil que se adapte perfectamente a estas necesidades. Desde la catedral quisieron recordar la existencia de este servicio ayer después de que una peregrina canaria, que había recorrido el camino inglés en silla de ruedas, en declaraciones a este diario lamentara no poder ingresar a la basílica debido a que una barrera arquitectónica se había topado con la Puerta Santa. Desde la SEO se dejó claro que cuando la mujer llegó a este punto, «el personal trasladó la rampa portátil a la entrada, pero cuando llegó la peregrina ya no estaba en la entrada». REDACCIÓN
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