Pitos y guisos en una sesión plenaria municipal en Albuquerque

La administración municipal se reunió esta mañana, a las 8, en sesión extraordinaria ya puerta cerrada para la aprobación definitiva del presupuesto del año en curso, estimado en 5,8 millones; la modificación del préstamo del fondo de financiamiento y una operación de crédito para cancelar deudas con las autoridades tributarias y la seguridad social.

Ante las protestas de un nutrido grupo de vecinos, principalmente trabajadores municipales, el desarrollo del pleno fue difícil porque en ocasiones no se entendía a los integrantes del gremio. El equipo gestor contó con la mayoría de sus cinco consejeros y el del único concejal socialista para aprobar la modificación del préstamo de 4,2 millones de euros, ampliando el plazo de amortización en 5 años, y un nuevo préstamo del Fondo de Financiación de los municipios en un situación de quiebra financiera de 1,2 millones para saldar la nueva deuda con las autoridades tributarias y la seguridad social a 31 de diciembre de 2020.

La oposición del IPAL y del PSOE se quejó de los horarios y la falta de presencia del público y un concejal de gobierno votó por vía electrónica, adjuntando los motivos de la pandemia.

Manolo Gutiérrez dijo que este pleno ha llegado a aprobar más perdición para Albuquerque y explicó que son ficticios porque, por ejemplo, contemplan $ 3.6 millones para gastos de personal cuando no cobran; ¿Dónde está ese dinero ?, preguntó. Gutiérrez se preguntó si en unos meses se solicitará otro crédito por haber generado otra deuda con las mismas organizaciones.

Juan Carlos Prieto, del PSOE, habló de mala gestión y, entre otras cosas, dijo que ni siquiera había recibido a tiempo la convocatoria del pleno y pidió que en una próxima sesión el estado de la residencia intervenga por Sepad y el resto de las residencias.

Los miembros del equipo directivo fueron abucheados a la salida por un nutrido grupo de trabajadores municipales a quienes se les adeuda hasta 9 nóminas.