Pudo regresar a casa luego de un tratamiento en la Clínica Santiago y estuvo horas en observación.
27 de agosto de 2022 . Actualizado a las 15:14
José Cajavarille cumplió ayer 77 años en su casa de Sinde, en Carcaca (Padrón). Pero un día antes, el jueves, nació de nuevo. Cuando estaba limpiando una de sus fincas con su tractor después de las 10:30 am, pasó junto a un nido de Velutina escondido en la maleza. La reacción no se hizo esperar y se vio rodeado de avispas furiosas: Conté unos 30 mordiscos en la cara, cabeza, manos y brazos. me confundió. José siguió conduciendo el tractor mientras intentaba espantarlos con la mano derecha para salir de allí y llegar a casa lo más rápido posible. Fue al Centro Médico Padrón, donde me inyectaron antibioticos en la vena ea mia doutora xa chamou me unha Ambulancia a la clínica en Santiagodonde el mio material. Permaneció bajo vigilancia hasta después de las 7 p.m.
Por cierto no creo que sean alergicos porque por la cantidad de velutinas que me picaron fue o fose xa non saa da finca. Eso sí, el dolor era insoportable: Explotó en mi cabeza, no podía soportarlo. De feito deume no centro medico mareos. Los analgésicos lograron calmarlo, pero ayer las molestias continuaron: Son feroces. Picronme por riba da funda que levaba. un dolor terrible, no quiero que le pase a nadie. Abellas me han picado y no tienen reacción. Pero la ropa de noche, todavía tienes la sensación de que pican. Me rasco los brazos todo el tiempo. A pasoume la cabeza, pero dame senHabla de su casa, donde toma la medicación prescrita en la clínica. junto con una advertencia: si te sientes mal, corre al centro de salud.
El peligro de los nidos en tierra
Cajaraville, conocido en la comunidad como o vaqueros por su emigración a los Estados Unidos, todavía tiene el humor de decir: Nunca seré tan noutra pero creo que necesito vacunarme contra cousa ningunha despues de esto xa non fai. Se vuelve más grave advertir del peligro de los nidos de velutina en el suelo porque no se pueden ver. Él mismo, que ayer volvió a la finca para observar el nido que había roto el tractor, acabó la semana pasada con otra colmena de Velutinas en un nogal cerca de su casa.
Otro residente de la comunidad lamenta la ineficacia de los recordatorios para erradicar los nidos de esta avispa invasora, lo que lleva a que se reduzcan las alertas y los afectados traten de erradicarla ellos mismos. Porque el problema de las Velutinas, añade, sigue muy presente: Aquí acaban con todas las colmenas de Abellas. No dejas nada. Ata come froita verde nas rboresasegura.
Comments