Palgrafo de Gil Casares

El pulso se conoce desde la antigüedad. en diferentes culturas. Pronto se dieron cuenta de su relación con el movimiento del corazón, lo que dio importancia a la palpación y al estudio.

ORTO

En 2010 publicamos un breve artículo con L. Posse sobre Miguel Gil Casares en el que decíamos:

«A D. Miguel le gustaban mucho los aparatos e instrumentos de precisión. Su famoso palografo (del griego palós, llamar) es la prueba. Lo inventó en 1918, estudió el desarrollo de la dificultad respiratoria y trató de registrar la presión cardiorreumática. Con él las ondas registradas por cardiogramas, flebogramas y arteriogramas.

Para ello, presentó su primer trabajo en el Policlínico de Valencia, la revista Medicina, Cirugía y Especialidades. Al cabo de dos meses fue invitado a presentarlo en el Instituto de Terapéutica Operativa, luego en el Instituto Rubio, primera institución de formación de especialistas en España, y en la Real Academia de Medicina, donde habló sobre: ​​Palográfico. Método de radio para el estudio de los fenómenos pulsantes del sistema circulatorio, nombramiento para ambos miembros honorarios.

Su Manual de Palografía Fisiológica y Clínica de 1924 fue presentado por Krehl, el jefe de la mentalidad fisiopatológica que se oponía al vitalismo.

En Berlín, el profesor Fürbringer publicó una reseña positiva de sus trabajos palográficos, tanto en términos del método en sí como de la belleza y precisión de sus imágenes.

En esencia, era un sistema para grabar el diseño gráfico conectado a una cámara. Por eso también se le llamó cinematógrafo.

Este tema fue magníficamente explicado por su nieto el respetado cardiólogo y profesor D. Miguel Gil de la Peña en su discurso inaugural en RAMYCGA.

Lógicamente, el palgrafo llamó la atención de la comunidad científica y tuvo defensores y críticos. Un ejemplo fue la controversia de que el Dr. D. Antonio Mut, uno de los primeros cardiólogos de España, con Gil Casares en la Revista Iberoamericana de Ciencias Médicas fundada por Rubio Galí.

Hasta ahora hechos más o menos conocidos.

ATARDECER

La pregunta es: ¿por qué no ha avanzado este aparentemente gran invento? Intentaremos responderles.

Ya en 1993, el recordado Dr. Manuel Fuster y Sixto Edreira: Si bien este asunto se inició en Galicia en 1918, los electrocardiógrafos de Cambridge habían dado la vuelta al mundo desde 1915.

De hecho, en la primera edición del Manual de Medicina Interna de Hernando y Marañón de 1916, inmediatamente después de los capítulos de neumología escritos por Gil Casares, uno de los madrileños Carrión y Calandre, que se dedica al estudio y semiología de la cardiología, cita numerosos métodos de registro y otro, la propia electrocardiografía, de los fisiólogos catalanes Bellido y Pi y Suñer.

Sir Thomas Lewis (1881-1945): severas críticas al Palgraph en 1925

Tenemos una carta fechada en 1925 de Sir Thomas Lewis, Autoridad Mundial de Cardiología y un verdadero promotor de la electrocardiografía, refiriéndose a la conferencia de Gil Casares en Londres y pidiendo una respuesta honesta sobre sus puntos de vista sobre el palgrafo.

Lewis dice que sus grabaciones fotográficas, aunque extremadamente hermosas, no son más precisas que las de las máquinas con sistemas de papel continuo, por lo que no se ve en condiciones de usarlas con sus pacientes o recomendarlas a sus colegas. Agrega que está seriamente convencido de que hay dos problemas en los que se puede usar un polígrafo:

1.- Como un dispositivo práctico para analizar las irregularidades del ciclo cardíaco, y que esto se logre con instrumentos mucho más sencillos que el tuyo y con los que estés satisfecho.

2.- Registrar cambios precisos de presión y volumen, propósito que los sistemas ópticos llevan mucho tiempo en uso y que crees que los registros son mucho más precisos que los tuyos. Al final, lamenta no haber podido dar un informe positivo, pero asegura que su crítica honesta fue y ha sido solicitada. Se despide de manera amistosa.

Gil Casares no retrocedió y siguió luchando por su causa. En 1928, dos años y medio después de la carta de Lewis, todavía estaba en la brecha, nada menos que en un intento de introducir el palgrafo en los Estados Unidos y América Latina.

La carta del Dr. SI López

Las limitaciones anteriores, junto con lo que el Dr. JA López afirma en carta fechada el 29 de mayo de 1928 que quizás no haya sido satisfactoria para Gil Casares, la discontinuidad en el uso de este invento aparentemente notable podría serlo.

Dr. López dice que desde que Gil se fue de Nueva York, el Palograph se ha utilizado en el Hospital San Lucas, uno de los más importantes de la ciudad, con una buena clínica de cardiología donde han hecho numerosos estudios y están muy contentos con él.

Lo que lo llevó al laboratorio de Wappler House en Long Island, donde investigaron las posibilidades de una introducción al país donde el electrocardiógrafo es el dispositivo de investigación actual.

Estos fabricantes y sus médicos quieren saber si Gil estaría dispuesto a adoptar unas pequeñas modificaciones que no afectarían la esencia del palgrafo, pero que harían más fácil y rápido el uso y cuidado de la fabricación, publicidad y distribución mundial, muy caro de gastar y ofrecer a Gil un porcentaje por dispositivo vendido en todo el mundo.

Sugirió venderlo en Sudamérica, para lo cual habría que firmar los contratos obligatorios, y sugirió manuales y folletos para el palgraph.

No conocemos la respuesta de Gil Casares, pero probablemente no estuvo de acuerdo con lo que dijo, a juzgar por los resultados y la aparente desaparición del dispositivo de la escena científica, a pesar de Gil, según Gil. de la Peña sólo se produjo y vendió brevemente en la casa Sanitas de Berlín con un delegado en Madrid, Carlos Knappe.