2013 casi 3.000 familias tienen que dejarlo todo para dedicarse de lleno a iniciar una causa judicial en su contra Comunidad de Madrid. Todas son viviendas de protección oficial, muchas de ellas viviendas de protección oficial para los más vulnerables, a las que la Comunidad de Madrid vende en plena noche Goldman Sachs. Tus pisos ya no son públicos y con ellos, sus alquileres pasan de 100 euros a más de 500 euros, una cantidad que las familias necesitadas no pueden permitirse. Ahí es cuando empiezan los impagos, las presiones, las amenazas de desalojo y la empresa llama para que todas estas familias vayan a vender o alquilar estas viviendas a precios mucho más elevados.
Finalmente, tras nueve años de litigios, demandas, apelaciones, protestas y manifestaciones, el Tribunal Supremo dicta sentencia: la venta de estos apartamentos por parte de la comunidad se considera nula e ilegal y todos los propietarios deben volver a la situación que tenían en 2013. , con los mismos derechos y las mismas rentas. Los afectados, sin embargo, lo denuncian la Comunidad de Madrid aún no ha devuelto sus derechos. lo denuncian los obligan a «pagar 6 meses de alquiler completo antes de aceptar el recorte» y superar una serie de «obstáculos burocráticos» antes de recuperar sus derechos, lo que ven como «chantaje y venganza» contra las familias que ganaron la causa judicial Quique Villalobos, presidente de Fravmdejándolos con deudas y consecuencias psicológicas.
una venta oscura
El calvario de estas familias comenzó en 2013. “El 18 de julio de 2013, en una reunión nocturna después de la medianoche, el municipio cambió las reglas que rigen IVIMA, la antigua empresa de vivienda pública en el área, para vender estas casi 3,000 unidades de vivienda pública, unos sociales y otros desde el plan juvenil hasta un fondo buitre”, cuenta a El Periódico de España Encasa Cibeles, una empresa que empezó con 3.000 euros en fondos y en su mayoría propiedad de Goldman Sachs. «Una operación muy oscura», dice, «realizada con traición nocturna y tan rápida que» la venta fue de 200 millones de euros y la escritura de 201.000 euros, por lo que el contrato tuvo que ser reescrito. Una auténtica chapuza».
Esta operación, con la que la comunidad quiere vender vivienda social para obtener liquidez, se está realizando «muy por debajo del precio de mercado». Se vendieron 2.935 pisos, además de trasteros y garajes, por unos 60.000 euros cada uno, aunque su valor real, porque los propietarios podían comprarlo, superaba los 120.000 euros. Según dictó posteriormente la Cámara de Cuentas, la venta debería haber costado al menos 300 millones de euros.
«Mi alquiler ha pasado de 174 euros a 435 euros»
A partir de aquí, los suelos de estos son casi 3.000 familias dejar de ser y hacerse publico fondo de buitre. Esto significa que Cualquier persona que tenía derecho a una reducción de alquiler la perderá una vez que expire su contrato de arrendamiento.. De repente, las familias vulnerables de viviendas públicas que estaban desempleadas o con ingresos mínimos tienen alquileres que superan sus ingresos mensuales y no pueden pagar. Tal es el caso de Marisol, que ganó una vivienda social en el ensanche de Vallecas en un sorteo en 2013. “Pagué 174 euros y mi cuota pasó a ser de 435”, algo imposible de afrontar para su economía, dice la mujer, que ha cambiado visiblemente este medio. Encasa Cibeles Nos dijo que no aceptaría nuestra reducción de alquiler porque no eran hermanitas de la caridad.Pero, ¿de dónde saco el dinero?».
«Quintuplicaron el alquiler a familias especialmente vulnerables«, concluye el presidente de la Fravm, «tantos fueron desplazados porque no podían pagar». Y para los que lograron pagar con microcréditos, préstamos o ayuda de familiares, comenzaron todo tipo de presiones. Los afectados lo denuncian Fondos buitre, quería echarlos para vender o alquilar las casas a precios mucho más altos y obtener una mayor rentabilidad.
La presión para echarla
“A pesar de que yo era una persona vulnerable reconocida, los abogados del fondo comenzaron a llamarme, intimidarme y decirme que cuando salí que se preparó mi desalojo…muchas personas finalmente abandonaron la lucha y se fueron», dice Marisol.
«He visto Familias cuyas casas estuvieron completamente encajonadas durante más de dos años porque no sabían cuándo las iban a tirar. ¿Cómo han crecido estos niños que nunca han tenido un amigo con quien volver a casa?», dice Villalobos.
A M González, que no quiere dar su nombre completo por miedo a represalias de la comunidad, también le cedieron un piso en el Ensanche de Vallecas. «A pesar de que pagué la renta completa me dijeron que mi contrato había expirado“Hubo todo tipo de llamadas, me denunciaron, me querían echar”, dice.
«Pagué 174 euros y mi cuota se convirtió en 435. ¿De dónde puedo sacar el dinero?»
Entonces el agacharse. En el edificio de Marisol, cuando sólo quedaban 2 viviendas de protección oficial, todas las demás plantas estaban ocupadas por “varias clanes gitanas que nos hacían la vida imposible”, explica la mujer. “Vendían de todo, muchas veces nos ofrecían cocaína y heroína, siempre tenían la puerta abierta y la música a todo volumen. Pero tenían mucho dinero, manejaban Audis, eran mafiosos”. Marisol nunca ha podido confirmar que estos ocupantes ilegales estuvieran conectados con el Fondo Buitre, pero cree que «Encasa Cibeles sabía que convertir esto en el Bronx eliminaría a mucha genteluego les pagué 3.000 euros para desalojar el piso y listo”.
Por si fuera poco, los pisos tenían decenas de imperfecciones que nadie solucionaba. «Tenían grietas y todo tipo de defectos.mi baño se inundó, las cisternas se rompieron desde el primer año, la casa está construida con materiales de mala calidad, en invierno se congela y en verano es un sauna, la gente que puede pagar la calefacción deja una pasta”, aseguró Marisol que denuncia que todo esto solo funciona para arreglar «todo el día basado en reclamos».
Una «tortura psicológica»
Y así están estos vecinos desde hace nueve años, organizándose en peñas vecinales y plataformas de afectados, organizando manifestaciones, protestas y denunciando al fondo ya la comunidad. “Hasta 2013 eran ciudadanos comunes y luego Deben dejarlo todo y empezar a recuperar su estatus de vencedores legales del Ivima: Reuniones, dinero, manifestaciones, todos con un miedo absoluto porque pensaban que los iban a echar».
Muchos de los afectados ya no hablan solo de las consecuencias económicas, sino de las psicológicas. “Fue una pelea muy dura, la pasamos terrible, Muchas personas se han vuelto deprimidas o mentalmente enfermas debido al agotamiento.«, explica González. Marisol, por ejemplo, tiene informes de psicólogos del Seguro Social que llaman «calvario» sus problemas de salud mental. «Tenía miedo de este Bronx», dice ella.
La frase que lo cambiaría todo
Ahora, un fallo de la Corte Suprema ha aprobado a todas estas familias. Una sentencia de 2021 dice que deben restablecer la situación de 2013: se les vuelve a dar vivienda social y los que tenían la rebaja del alquiler deben reclamarla. Sin embargo, esto aún no ha sucedido. “Les piden que pasen por los mismos trámites administrativos y económicos que en 2013: Pague 3 meses completos para calificar para una reducción de alquiler. Más otros 3 meses necesarios para resolver los archivoshay seis meses de gastos”, explica Villalobos.
“Solo las personas que pagaron 500 o 700 euros de tasas obtuvieron el descuento, los demás no. Esto es extorsión. Pero muchos otros no pueden. para mi por ejemplo Me cobran un total de 522 euros si mi casa vale 125‘, afirma Marisol. Sin embargo, Marisol, al menos la llamó “solo para pedirme el número de cuenta para poder robarme el ingreso mínimo vital”, dice.
Pero González, por ejemplo, aún no ha recibido esa llamada, y tras ganar tres sentencias judiciales, no sabe cuál es su situación en relación con la Comunidad de Madrid. “En 7 meses ni me han llamado, cuando les pregunto me dicen que lo estudien, pero si no me llaman, ¿cómo van a estudiar mi situación?”, se pregunta. Lo peor para ella es sin duda que no puede ni siquiera pagar su casa. «Como no me llamas La Comunidad Autónoma de Madrid no tiene mis datos y por tanto no me puede cobrar. Si no pago es porque no me dejan, no porque no quiera. Tengo miedo de acumular deudas y luego me van a obligar a pagarlas todas de una vez y no tendré todo el dinero junto».
Ha sido una lucha muy dura, lo hemos pasado fatal, mucha gente ha caído en depresión o está mentalmente enferma por el agotamiento.
Los obstáculos de la comunidad
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En general, tanto los afectados con los que habló este medio como Fravm coinciden en que la Comunidad Autónoma de Madrid está poniendo trabas burocráticas, administrativas y económicas para retrasar al máximo la ejecución de la sentencia. «Te hacen ir 50 veces a una página, exigiendo no sé qué, presentando otra cosa… Burocracias, trabas y palizas para hacer cumplir la pena. Y después de todo lo que hemos pasado a lo largo de los años… estamos agotados».
«En pocas palabras, los abogados de la Comunidad Autónoma de Madrid, Ante la humillación que han sufrido por años de pérdidas legales, buscan venganza. de los afectados», dice el presidente de Fravm.
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