La línea, la geometría o el formalismo están muy presentes en todas las piezas, seleccionadas de una enorme producción de casi 30 años. Desde 1994 hasta la actualidad.
“Me interesaba ver cómo conviven obras actuales con otras en la misma sala hace 15 o 30 años. Es una forma de marcar las constantes de tu carrera y también es una actualización de lo que he hecho. Mi trabajo no avanza en línea recta, sino en espiral, porque siempre vuelvo a los mismos lugares desde un punto de vista diferente. “Lillo recibió a los primeros visitantes de la exposición durante la inauguración oficial de esta tarde y explicó las intenciones y matices.
La comisaria de la muestra, María Menchaca, pidió que se reconozca la trayectoria artística de Pablo Lillo: «Ha vendido mucho en el exterior, sobre todo en Alemania, pero el mercado español aún no lo ha reconocido como merecido».
De cara al futuro y al margen de su trabajo como artista y galerista, De Lillo prevé acercar a artistas asturianos contemporáneos a otros centros europeos como Alemania o Portugal.
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