El artista cántabro Okuda ha comenzado a pintar seis silos ganaderos en Ajo tras el éxito de su colorida intervención en el faro, que ha sido visitado por unas 230.000 personas desde su inauguración hace un año.
Patrocinada por el Ministerio de Industria, Turismo, Innovación, Transportes y Comercio y el Ayuntamiento de Bareyo, la iniciativa tiene como objetivo transformar todo el faro y los silos en una ruta de arte urbano que sea referencia en España y contribuya a la atracción turística y al ajuste estacional. de la zona este, señaló la dirección regional en un comunicado de prensa.
El consejero de Industria y Turismo, Javier López Marcano, y la alcaldesa de Bareyo, Ángela Ruiz, intervinieron en el inicio de la obra y compartieron con Oscar San Miguel (Okuda) las primeras líneas de los seis silos que hay en la calle que está en la desembocadura de las fronteras de Ajo.
«Es una excelente iniciativa del ayuntamiento que desde el ministerio apoyamos porque creemos en el atractivo de la cultura para los territorios», dijo Marcano, quien destacó que la geometría, la policromía, el realismo, el atrevimiento y el esfuerzo del artista lo convirtieron en un «referente». Fabricado en todo el mundo, con fábricas en los cinco continentes.
Para Marcano, el rescate de los seis silos ganaderos abandonados, que ahora forman parte de un complejo artístico en el núcleo de Ajo, representa un «corpus de gran riqueza» que complementa no solo el faro sino también los «múltiples atractivos» del corregimiento. .
“Un plató como este genera lealtad porque el viajero lo ve, lo piensa, lo disfruta y luego lo cuenta, y eso genera mucha proactividad, para que venga más gente a verlo”, dijo el responsable de turismo, asegurándose que el trabajo de Okuda lo hace posible, el visitante descubre la riqueza del patrimonio cultural, la gastronomía, la arquitectura y el paisaje.
La nueva ruta consta de seis silos, que el artista internacional definió como “mini faros” en el camino hacia el gran faro. «Estás a tres lugares del gran lugar», dijo.
Okuda ha asegurado que se inspiró en el acto. «Cuando llegué aquí ayer, no se me ocurrió ninguna idea preconcebida y eso me quedó más o menos claro», explicó.
Con eso en mente, el creador ha subrayado su experiencia en la pintura de formas cilíndricas, pero en el caso de los silos de ajo, «lo bueno de ellos es que son súper pequeños y en un entorno completamente verde» que, en su opinión, «mejora» los juegos.
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