Trujillo ha acogido en los últimos días varias reuniones para perfilar el ansiado proyecto de la fábrica de diamantes que quiere construir la empresa estadounidense Diamond Foundation, cuyo principal inversor es el actor del municipio de Trujillo, con una inversión que ronda los 670 millones de euros.
Las últimas reuniones previstas tienen lugar hoy, con una apretada agenda que comenzará a las nueve de la mañana y finalizará pasadas las 18.30 horas. En estas reuniones, que se celebran en el salón de plenos del Consistorio de Trujillo, participan los máximos representantes de los principales órganos e instituciones implicados. El objetivo es comenzar a definir los detalles de la ubicación, el diseño de la infraestructura, los suministros y la tramitación de los permisos, así como los aspectos financieros de la fábrica de diamantes. Así lo destacaba esta mañana en las declaraciones a los medios de comunicación Rafael Benjumea, consejero delegado de la empresa Benbros Energy, que es la entidad que está llevando a cabo el desarrollo de la fábrica para la compañía americana.
Aunque apuntó que aún no hay una ubicación definitiva, la intención es que vaya a unos terrenos del polígono industrial de Arroyo Caballo. Efectivamente, los participantes en la reunión estaban examinando esa posible zona de ubicación. Del mismo modo, ya lo hemos hablado con Avante. Benjumea dejó claro que lo que hace falta es «concreción».
Si bien prefirió ser cauteloso con los plazos, indicó que, con suerte, la fase de construcción podría comenzar a fines de año. Ya, entre los participantes en la reunión, destacaron que la idea es que los movimientos de tierra comiencen en julio y las obras puedan comenzar en octubre. También precisaron que la planta fotovoltaica de 120 megavatios necesaria para la fábrica podría ubicarse a unos 8 kilómetros.
Benjumea ha explicado que este proyecto es un proceso largo en el que tienen que encajar todas las piezas y «vamos muy bien, pero no hay que bajar la guardia». Asimismo, indicó que la fábrica de diamantes de Trujillo depende de un subsidio de la Unión Europea, con los Fondos Feder, que se trabajará con el Ministerio de Economía, “que es fundamental para el éxito del proyecto”, y una ayuda que proviene de fondos FAIIP, del Ministerio de Industria. Además, se deben obtener todos los permisos.
Ha añadido que se cuenta con el pleno apoyo de la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y todas las instituciones implicadas en esta nueva iniciativa. «Es un proceso que lleva mucho tiempo».
Las reuniones se llevan a cabo al más alto nivel. De hecho, está el director general de la empresa promotora, Martín Roschelsen, así como el propio Rafael Benjumea, así como José Benjumea, director general de Powen, la entidad que construirá el sistema fotovoltaico necesario para el proyecto. Participan, entre otros, el secretario general de Industria, Raúl Blanco, y el ministro de Economía, Rafael España, entre otros representantes del ejecutivo autonómico, junto al alcalde anfitrión, José Antonio Redondo, así como otros dirigentes de las entidades involucrado.
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