Patricia Gómez, directora general de la Asociación Estatal de Asociaciones Forestales, subraya el valor de la actividad forestal en la restauración de la España vacía
02/08/2021 . Actualizado a las 10:13 am.
Patricia Gómez es la gerente del Asociación de Organizaciones Forestales de España (COSE), una unidad cuya labor básica es la gestión de la montaña y la restauración de todos sus usos. Esta semana ha estado en la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC) para participar en una jornada especializada organizada por el grupo Mikogest. Y tuvo tiempo de explicar que los bosques son un recurso ambiental esencial y advirtió que la silvicultura necesita más atención por parte de las autoridades.
– ¿Se le está prestando a la montaña la atención que se merece en España?
-No. Debería ser más importante. El bosque es un recurso para nuestra economía y para desafíos sociales tan importantes como el cambio climático. La montaña cumple una función de aporte recreativo, de salud y espiritual.
«¿Qué crees que se necesita para llamar más la atención?»
«Necesitamos una política forestal sólida». En España se han tomado medidas en los sectores agrícola y ganadero, mientras que el sector forestal se ha visto marginado. Se necesita una política de cultivo e inversión en la montaña. El bosque no solo ofrece recursos, sino también puestos de trabajo. Es una oportunidad que aprovechamos. Se necesita una política comprometida con el bosque: un sistema tributario que se adapte a la actividad de largo plazo, porque el rendimiento del bosque llega a los 15 años, no se rige por la inmediatez.
– ¿Crees que hay más conciencia en Galicia que en otras comunidades?
-Sí. Galicia tiene una cultura forestal muy profunda que destaca y es un ejemplo para otras comunidades autónomas. También hay que tener en cuenta que es el municipio con más explotación forestal, en torno al 50% de toda España. Quiero que lo que se está haciendo en Galicia sirva de ejemplo y genere así un efecto dominó, un contagio, en otros lugares.
«¿Hay árboles buenos y árboles malos?»
«No hay árboles malos». Todos tienen la función de absorber CO2, limpiar el aire, retener el suelo … Tenemos que luchar por el equilibrio. Todos los tipos [arbóreas] son buenos y los necesitamos: unos cumplen una función, otros cumplen otra.
– ¿Estamos detrás de otros países en temas como el uso micológico?
– Es necesario hacer un mejor uso de ellos porque son fuente de recursos para el medio rural, Galicia y otros lugares, y hay que ponerlos en valor. Hay que pensar que es un producto de calidad porque España es un país muy rico en recursos micológicos y hay que hacer riqueza donde se encuentran esos recursos. Tienes que crear esta cadena de valor, es lo que buscas.
– ¿Quizás haya menos cultura micológica en España que en otros países europeos?
«Aumenta con el tiempo». La micología es algo que les gusta como pasatiempo, y ahora los hongos también se están abriendo camino en la industria hotelera, lo que les da valor y ayuda a crear riqueza. Ya no se trata solo del campo científico, sino también del de la restauración.
—La montaña suele verse como algo así como una alcancía con ahorros en comunidades como Galicia. ¿Es útil esta visión desde un punto de vista práctico?
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