Mantenerse fiel a uno mismo cambiando. Acompañado de una potente línea de bajo, comienza el nuevo disco la cantante española rosalía con una confesión básica: «Me contradigo, me transformo / Soy todo a la vez, me transformo». De repente se rompe el bajo y uno corto Descanso gratuito tipo jazz usos. Rosalía se ríe. «Veamos si los dulces hacen algo por la voz».
Rosalía es de España mayor estrella del pop internacional. Sus inicios están en el flamenco, pero hace tiempo que no se preocupa por los límites de género. Con su tercer disco «Motomami», que se lanzó el pasado viernes, la catalana de 28 años consolidó esta evolución. El disco es una mezcla de reguetón y flamenco, de pop y musica experimental. Oscila entre la intimidad y el protagonismo. Sobre todo, es una declaración: Rosalía juega según sus propias reglas.
Entusiasmar a los jóvenes de las grandes ciudades con el flamenco
Hace unos años, en 2016, todavía era considerada la cantante que logró jóvenes de las grandes ciudades por la música flamenca para inspirar. Su debut «Los ángeles», grabado con la española Productores Raúl Refree, fue un álbum fuerte. Pero en comparación con lo que siguió, fue bastante conservador: una guitarra española y la voz de Rosalía, eso es todo lo que se podía escuchar. No se necesitaba nada más en ese momento.
Publicó dos años después «El mal querer». El disco la convirtió en una estrella internacional con temas como «Malamente» o «Pienso en tu mirá». Con el álbum conceptual basado en una novela cortesana del siglo XIII, definió nuevas formas de expresar lo que puede ser el flamenco moderno. Para sorpresa de los puristas, usó el software de edición de voz Autotune, asintió con la cabeza a Justin Timberlake en la canción «Baghdad» y construyó mucho Motos Wrumwrums en las canciones. Pero era -aunque ciertamente se pueda contradecir eso- en su conjunto un disco flamenco.
Reggaeton y vanguardia
Pero Rosalía no quería dejarlo así. Lejos de la presión de ser encasillada tras los dos excelentes discos, lanzó sencillos en los años siguientes. Estrellas del reggaetón como J Balvin («Con altura»), raperos como Travis Scott («TKN»), estrellas del pop como Billie Eilish («Lo vas a olvidar») y james blake («Barefoot in the Park») o artistas de vanguardia como Arca («KLK»). En el medio también empujó un número de flamenco («Juro que») en el medio. Impertérrita ante las críticas que la acusaban de venderse, Rosalía construyó una imagen como estrella del pop de género cruzado en.
El nuevo álbum «Motomami» parece la culminación de este proceso. Ninguna canción es como la otra. Esto también se debe al cambio en la forma de trabajar: mientras que el primer álbum todavía tenía un productor, la lista de colaboradores para las nuevas canciones es casi infinitamente larga. Solo cuenta la canción «Candy», un dulce tema pop de reggaeton once compositores y seis productores. Rosalía grabó las canciones en Barcelona, Nueva York, Los Ángeles, Puerto Rico, Miami y República Dominicana, entre otros.
Oda al pene
Eso no significa que el álbum se sienta unido. Más bien, es como un menú variado de pequeños bocados que se unen para formar una estructura general. Y hay grandes canciones: «Hentai» es una balada que parece un viejo clasico – la encantadora melodía está puntuada por salvas de ametralladora de la caja de ritmos. El hecho de que la canción sea una oda al pene de su amante solo es evidente en la segunda escucha.
También la canción de apertura mencionada al principio. «Saoko» – el título es un guiño a un clásico de reggaeton de Wisin y Daddy Yankee – es un brillante ejemplo de música pop innovadora, que recuerda a la canción de Kanye West “Black Skinhead” en energía. «G3 N15» es una canción íntima y soñadora en la que Rosalía canta sobre un niño. Termina reproduciendo un mensaje de audio de su abuela catalana, recordándole a su nieta que Dios ella en los momentos dificiles siempre estará a la espera.
Sonidos electrónicos en lugar de guitarras y palmas.
La racha más experimental de Rosalía se manifiesta en temas como «CUUUUuuuuuuute», que recuerda las atrevidas creaciones sonoras de Arca. Y por último, pero no menos importante, el número de bachata «La fama», que interpretó junto a la cantante canadiense, demuestra que sabe hacer pop. El fin de semana ha grabado. Por cierto, el flamenco también se puede escuchar: en “Bulerías”, por ejemplo, Rosalía demuestra que no ha olvidado su género original, sino que sustituye las palmas y las guitarras por sordos sonidos electrónicos.
Con «Motomami» Rosalía está a la altura de las altas expectativas. Es un álbum para explorar. Un álbum, bailar. Pero también aquella en la que uno se siente emocionalmente en el suave regazo de la voz de rosalía colócalo y deja que se use.
Podéis disfrutarlo, porque Rosalía también sabe que con la celebridad y con la faros es solo un juego, de ahí el cambio constante y la diversión de romper las reglas. en la última canción «sakura» (Cherry Blossom) ella canta: «Flor de sakura/ ser una popstar nunca te dura» (Cherry Blossom/ Ser una estrella del pop nunca dura mucho).
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