La situación sanitaria ha mezclado todo tipo de estadísticas, y la capital gallega se refleja mejor en el Camino de Santiago. Después de varios años de batir récords de llegada cada mes y ver un crecimiento imparable en todas las rutas, 2021 es un oasis. Si bien la cifra del mes de abril es mucho mejor que la de los tres primeros meses del año y la del año limitado 2020, las fechas están lejos de las registradas en el mismo mes de hace dos años.
Según los últimos datos de la Oficina del Peregrino, la media de senderistas diarios que sellaron su Compostela es de 30. En total, fueron 977 los peregrinos que completaron la ruta. La ilustración muestra una diferencia miserable con respecto a 2019, cuando más de 30.000 personas lo hicieron. En concreto, fueron 31.722, por lo que la media diaria superó el millar. El origen también marca fuertes diferencias. Este mes de abril, la presencia de excursionistas extranjeros es insignificante debido a las restricciones por la pandemia. La mayoría de los senderistas proceden de distintas regiones de España, más de 780, y el 90% de ellos proceden de Galicia. Solo se registraron 62 excursionistas del exterior, especialmente 30 de América del Sur; 24 de América del Norte; 7 asiáticos y 1 africano. La diferencia es considerable si se considera el origen de los peregrinos hace dos años. Más de 1.800 personas llegaron a España desde Norteamérica para completar la ruta. más de 1.300 de América del Sur; casi 1.000 de Asia; más de 400 de Oceanía y casi doscientos de africanos.
PERFIL. Dados los grandes grupos de decenas o centenares de peregrinos que solían llegar a la capital gallega, el perfil ha cambiado por completo. La más numerosa que pasó por el Obradoiro este mes de abril es una foto familiar formada por no más de una decena de personas, todas mujeres de distintas generaciones que aprovecharon la llegada para hacerse una selfie. Los manifestantes de la Composcleta también dieron cierto ambiente, aunque no peregrinos, llenaron el Obradoiro con sus bicicletas y crearon una imagen que no se veía desde el año anterior a la pandemia. También hubo tiempo para razones de solidaridad como la lucha por la investigación de la leucemia que libraron tres mujeres con camiseta rosa. O el acto simbólico de los Amigos de Pontevedrada -una marcha nocturna de Pontevedra a Santiago, que el toque de queda no pudo celebrar- con la intención de dar a conocer la donación de sangre, órganos y tejidos. Las parejas de peregrinos o los padres con sus hijos completaron el sello del mes.
OTROS XACOBEOS. Tendrá que esperar hasta 2022 para ver si todos los sectores relacionados pueden recuperarse de la prórroga del Año Santo. En abril del último Xacobeo de 2010 llegaron a Santiago cerca de 20.000 peregrinos; En el mismo mes del anterior Año Santo 2004, lo hicieron 15.500. El hecho de que las cifras sean inferiores a abril de 2019 sin Xacobeo da una idea del crecimiento de la ruta durante la última década. Con el objetivo de reactivar la situación y aumentar el número de turistas y peregrinos, la Xunta ha puesto en marcha un seguro de coronavirus que ofrece protección en caso de contagio.
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