Desde los años cincuenta, España se enfrenta a un problema que perdura hasta nuestros días: el éxodo masivo del campo a las ciudades.
Sin embargo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española se concentra en zonas de más de 30.000 habitantes Más de 7,5 millones de personas que viven en la llamada “España vaciada” –término etimológicamente injusto– habitan el 85% del territorio..
Por supuesto, las regiones están sufriendo porque sus poblaciones están envejeciendo. Especialmente en zonas como Castilla, que Antonio Machado ya tendría en cuenta en su Campos de Castilla como un “país triste y noble” con “ciudades en ruinas, calles sin posadas”.
No abandones la gran ciudad, es una trampa.
En mi corta vida he vivido en dos ciudades muy diferentes: La Puebla de Montalbán (Toledo) y San Lorenzo del Escorial (Madrid). Ambos son muy peculiares –y de gran importancia cultural e histórica– pero comparten varias similitudes que son aplicables a las zonas rurales del territorio nacional.
Estos son los Problemas que he encontrado en el mundo rural, algunos de los cuales tienen que ver con las grandes ciudadesmientras que otras son propias de una vida alejada del ruido urbano.
El transporte público, una tarea por delante
Imagina que vives en una ciudad de unos 7.000 habitantes y necesitas viajar o ir al hospital con urgencia. En este caso lo más probable es que necesites tu propio coche ya que el transporte público no es tan frecuente.
Si esto sucede en una ciudad a unos 30 minutos de Toledo, imagina una zona rural donde el centro de la ciudad no está tan cerca.
Pregunté a varias personas y todas tienen coche por este gran problema: El transporte público tarda mucho o simplemente no ofrece la ruta que deseas tomarlo que no suele ser el caso en grandes ciudades como Madrid.
Para ilustrar esto, déjame contarte mi historia. De Madrid (Príncipe Pío) a La Puebla de Montalbán hay apenas una hora y media en coche, mientras que en autobús el tiempo aumenta hasta las 2 horas y 45 minutos.algo incomprensible para quienes eligen este medio de transporte.
Si eliges la ruta de Plaza Elíptica a Toledo Ciudad, sigues teniendo el mismo problema: necesitas que alguien te recoja en coche. En este sentido, la ciudad sin duda ofrece más oportunidades que una zona rural.
Este gran problema se agrava cuando el viaje no es por placer sino por trabajo -diario- o por motivos médicos. Necesitas pedirle un favor a familiares o amigos.un hecho más grave entre los grupos que no nacieron en esta era tecnológica.
Las mujeres mayores de 65 años sufren más la desigualdad en las ciudades que en las ciudades
Además de escribir cuentos, hay algo que siempre me ha encantado: escucharlos.
Las zonas rurales tienen historias de todo tipo que ofrecer si se escucha con atención, desde sus monumentos o lugares emblemáticos hasta sus gentes, las grandes defensoras de la palabra viva, transmitida de generación en generación.
En mi caso, hay algo que siempre me ha sorprendido: la enorme diferencia entre las historias de hombres y mujeres. Mientras mi abuelo paseaba con su rebaño, mi abuela se ocupaba de los “amos” o de la vida en la casa y se ocupaba de todas las tareas domésticas.
Aunque tradicionalmente las mujeres han apoyado la economía familiar, en la actualidad siguen estando entre los grupos más vulnerables. En general, las personas mayores de 65 años enfrentan mayores desigualdades en el mundo rural, independientemente de su género..
Sin embargo, esto es más evidente entre las mujeres mayores de 65 años, ya que muchas de ellas no experimentaron el reconocimiento del trabajo doméstico como trabajo remunerado, aunque continuaron siendo responsables del cuidado de los niños y las tareas del hogar.
Por ejemplo, la tasa AROPE, que mide diversos valores relacionados con la pobreza, muestra que el riesgo de pobreza y/o exclusión entre las personas mayores de 65 años aumentó del 20% al 24,7% entre 2014 y 2022.
En cuanto a las diferencias de género, los hombres mayores de 65 años tienen una tasa AROPE del 26% Para las mujeres del mismo grupo de edad, este porcentaje se eleva al 29,2%.un valor que no augura nada bueno para las mujeres que han trabajado toda su vida.
A pesar de su publicidad, el 5G aún no ha llegado a muchas zonas
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha comprometido a elaborar un estudio bienal sobre conectividad rural en el primer trimestre de este año. En marzo tuvo lugar una consulta pública.
Según datos del mismo organismo para 2022 -los más recientes publicados- Madrid se quedó con hasta 1.800 estaciones base 5G, mientras que Barcelona quedó en segunda posición con un total de 1.407 estaciones.
En comparación, en la provincia de Toledo apenas hay 203 estaciones de este tipo, lo que se nota cada día.
Más allá del aterrizaje en este tipo de estaciones, existe un problema muy grave: La conexión 5G es inestable en varias zonas, incluso en mi ciudad, donde se interrumpe en ciertos puntos de la ciudad –incluso en los núcleos urbanos de población–.
En este sentido, seguramente tuviste que enfrentarte a interrupciones intermitentes o problemas de velocidad, incluso si habías contratado con tu operador un servicio más rápido.
Durante mi estancia en la ciudad noté grandes diferencias: en Madrid puedes iniciar videojuegos con conexión a internet; Si lo buscas en determinadas zonas rurales lo más probable es que no puedas jugar.
En resumen, si queremos incentivar el regreso a las ciudades de determinados trabajadores que tienen la posibilidad de teletrabajar, las instituciones y empresas privadas deben hacerlo posible. Y aquí es donde el 5G es fundamental.
El acceso a la vivienda, un punto de inflexión entre lo rural y lo urbano
Como se refleja en el Informe sobre pobreza rural y urbanacreada por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), El 15,9% de la población española vive en zonas rurales.
Según datos calculados a partir de la tasa AROPE específica de la Agenda 2030, el 27,6% de este colectivo se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social; En las zonas urbanas, este índice cae ligeramente hasta el 25,8%.
Según los resultados de este estudio, la renta media per cápita en España alcanzó los 13.008 euros en 2022, aunque con grandes diferencias entre ciudades y municipios, concretamente 13.200 euros y 11.767 euros por persona, respectivamente.
Sin embargo, dado el aumento prácticamente descontrolado de los precios de compra o alquiler de una vivienda en las grandes ciudades, la diferencia parece ser más positiva para quienes viven en zonas rurales.
Se estima que El 38,6% de las personas pobres que viven en grandes núcleos de población como Madrid o Barcelona destinan el 40% de sus ingresos al mantenimiento y disponibilidad de su vivienda habitual.
Por último, un dato positivo que las ciudades españolas pueden aprovechar: la proporción de quienes gastan esta cantidad en las zonas rurales no llega al 20%.
En conclusión, todavía quedan numerosos retos para revitalizar la economía y el tejido social de las zonas rurales, aunque, según todas las personas entrevistadas, la conclusión es prácticamente la misma: desgraciadamente, sin el apoyo de la administración pública, este fenómeno no puede producirse y viceversa convertirse.
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