El barrio de Vite es una zona con una gran variedad de viviendas. De hecho, en algunos edificios las plantas bajas también tienen este uso residencial, pero no todos los bloques son de este tipo.
Desde hace un tiempo, algunos vecinos se han dado cuenta de que varias plantas bajas, que siempre se han utilizado con fines comerciales, se han reconvertido en apartamentos que ya están habitados. Este es el caso de varios edificios en los edificios de la Avenida Castelao, en el margen derecho de San Caetano, donde hay varios comercios activos como una farmacia o un supermercado que ahora existen junto al piso de la propiedad reconvertido en apartamentos. .
La concejala del Ayuntamiento, Mercedes Rosón, ha confirmado a EL CORREO GALLEGO que “estas plantas bajas se utilizan comercialmente y no se pueden construir apartamentos” y advierte: “Inspeccionaremos todo. La Policía Local ya tiene orden de ir allí y si es apropiado abriremos expedientes y devolveremos una multa ”, dijo el alcalde de Compostela.
En Compostela, a diferencia de otras ciudades, no se puede cambiar el uso de un bajo en ningún momento, explicó. “Cada ordenanza municipal es diferente. En nuestro caso no es posible cambiar el uso en ningún momento, pero es cierto que con el cambio en la normativa se podría solicitar este cambio, pero esta cuestión aún está en período de alegatos ”, dijo.
Algunos vecinos de este barrio temen que estas casas puedan tener uso turístico, lo que no les gusta demasiado por los problemas de convivencia que normalmente existen en este tipo de apartamentos. Las fiestas, el ruido de las maletas, la entrada constante de diferentes personas a los portales y la suciedad en las zonas públicas son las principales objeciones de los ciudadanos a este tipo de alojamientos.
Ni oficinas ni habitaciones están acondicionadas desde un principio para uso residencial, por lo que legalmente no es posible vivir en un inmueble que no atienda este tipo de uso. Sin embargo, es posible convertir legalmente una oficina en un apartamento cambiando el uso de la administración de la ciudad.
En el caso de Madrid, dadas las dificultades para encontrar alojamiento, muchos ciudadanos optan por este tipo de solución tras solicitar el oportuno cambio de uso al municipio. En la capital de España, por ejemplo, este cambio de uso se ha solicitado para más de 1.300 bajos desde 2015.
Si se compra una planta baja con la intención de convertirla en vivienda, asegúrese de que no haya obstáculos para que se convierta en vivienda, es decir, que la vivienda nueva – sí, es una vivienda nueva, aunque sea en un edificio antiguo nuevo – cumplir con las condiciones de habitabilidad de la normativa de la ciudad así como con la normativa técnica de edificación vigente (CTE). En un primer paso, se debe asegurar que el número de departamentos por hectárea no sea limitado y que la comunidad de propietarios permita este cambio, porque nada funciona sin su consentimiento. Los costes de la conversión relacionada con el proceso de un edificio en una vivienda son más fáciles de calcular: suelen rondar los 1.500 euros. En Santiago, debido a la modificación de las normas de uso, esto solo lo pueden hacer quienes lo han solicitado.
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