Los test de coronavirus realizados en la colonia de gorilas del Parque de la Naturaleza de Cabárceno han confirmado que el brote ha afectado a seis de los siete ejemplares coexistentes y que las muestras son compatibles con la variante silenciosa Omicron, según ha informado Sanidad.
Hasta el momento se sabía que había tres infectados, el macho de espalda plateada del parque y otras dos hembras, que presentaban síntomas como tos, secreción nasal o pérdida de apetito, pero finalmente se confirmó que había otros tres casos positivos, quienes se encontraban asintomáticos. .
De esta forma, solo uno de los siete ejemplares de la colonia evitó el virus, al igual que otros dos monos Cercopithecos de Brazza que comparten espacio con los gorilas y que dieron negativo tras analizar sus heces.
Los primeros tres casos fueron descubiertos el sábado pasado y se realizaron pruebas de saliva a otros gorilas pero arrojaron resultados negativos. Sin embargo, el lunes se enviaron nuevas muestras al laboratorio, en este caso heces, que confirmaron los seis positivos.
Tal y como explican desde Salud Pública, esta diferencia responde a un patrón “similar al que se observa en los humanos tras la recuperación de la enfermedad: no queda ningún remanente del virus en el tracto superior mientras aún se está excretando en las heces”.
En las primeras muestras no se pudo determinar la variante de los contagios, pero en la segunda, a pesar de la baja carga viral detectada. En el caso de esta última, el resultado es compatible con la variante BA.2 de ómicron, conocida como variante silenciosa, que a su vez circula actualmente principalmente entre la población humana de Cantabria. El análisis por secuenciación del genoma completo del virus se llevará a cabo en una fecha posterior.
Los veterinarios y asistentes del parque -todos negativos en pruebas realizadas el sábado- sospecharon que podría haber más de tres contagios y que fueran asintomáticos, como ocurre en los humanos, por lo que se suspendieron las pruebas repetidas.
El más afectado fue el macho Nicky, el primero en mostrar síntomas, que estaba triste, apenas se movía y le faltaba el aire. A su vez, otras dos hembras, aunque no estaban tan enfermas, tenían flema y tos, lo que llevó a los cuidadores a creer que podrían tener covid, ya que tanto los primates como los gatos son susceptibles. Hoy, sin embargo, ya se han recuperado de los síntomas.
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