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Con ello, el PP abre el curso, que se centra en la economía, que dice que le preocupa mucho, y defiende el plan que planteó al Gobierno en abril, que incluye desde la rebaja del tipo del IRPF para luchar contra la inflación hasta la reducir el gasto político o reducir el IVA del gas, prometiendo propuestas transversales alejadas del prohibicionismo del PSOE.
Los de Feijo acusan tanto a los socialistas como a su socio de coalición Podemos de poner en peligro la prosperidad actual y futura de los españoles al malversar los fondos públicos y poner en peligro la viabilidad de los españoles a través de la deuda, poniendo en riesgo al PP más de 200 millones de euros por semana.
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