Hablar en público no siempre es fácil. Es necesario que conectes con la audiencia y que tu narrativa los cautive. Sin embargo, hay algo en esta “conversación”. algunas frases o palabras que podrían arruinar por completo la experiencia auditiva de sus oyentes.
Si quieres ser un buen orador o comunicador, si quieres dar discursos que resuenen y si quieres prestar atención a tu lenguaje corporal, el portal CNBC recomienda evitar tres frases comunes.
Las tres frases que debes evitar en tu discurso para ser un buen orador
Presentar un proyecto, dar una charla o incluso hablar en otro idioma son situaciones en las que te puedes encontrar. Hablar en público requiere habilidad, pero se puede aprender.
Y para conseguirlo, lo mejor es evitar algunas frases que no ayudarán más que a arruinar tu discurso. Respectivamente Matt Abrahams, profesor y experto en comunicaciones de la Universidad de Stanfordlo que debes evitar es:
“Siempre me pongo nervioso cuando hablo”
Esta frase se suele decir al inicio de un discurso como disculpa y también como disculpa. Buscar empatía y simpatía por parte del público es perjudicial para usted.
El público no necesita saber cómo te sientes; De hecho, le quita autoridad y el discurso puede resonar menos entre la gente debido a esto.
Abrahams recomienda no visibilizar ningún problema o malestar que puedas experimentar al hablar en público. Porque la gente muchas veces no los nota; o si sucede, sería sólo al principio.
La frase debería servir compartir un sentimiento con el público. Pero es un arma de doble filo. Y no todas las personas pensarán como tú. Un orador no puede dividir a su audiencia entre quienes sienten lo mismo y quienes no.
Aunque el lenguaje empático es importante y te permite conectar con las personas que te escuchan, en ocasiones se convierte en un problema.
Teniendo esto en cuenta, es mejor hablar en términos generales sin especificar sentimientos o emociones. El objetivo es conectar, pero de una manera diferente.
Acrónimos y jerga
Finalmente, Abrahams advierte contra el uso de acrónimos y jergas porque, si bien son fácilmente comprensibles y no plantearían un problema para el hablante o el comunicador, no lo es para el oyente.
Es posible que muchos no comprendan y se desconecten de su mensaje. Por ejemplo, si se trata de una conversación muy técnica, algunas palabras del lenguaje cotidiano pueden no entenderse, provocando que la mente deje de prestar atención a lo que sigue.
Este problema se llama «maldición del conocimiento» y se caracteriza porque el hablante habla de tal manera que piensa que otros tienen el mismo conocimiento y por tanto no es necesario explicar nada.
Para solucionar este problema, el experto en comunicación recomienda pensar quién es el público que tienes delante y qué tipo de conocimientos tiene. Dependiendo de tu audiencia, puedes generar un mensaje más educativo explicando conceptos y nombres para educar a las personas. o más técnico, apto para personas con un nivel intermedio a alto en la disciplina de la que vas a hablar.
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Etiquetas: Tendencias, Medios, Actualización
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