ALQUILER. Largas colas frente a agencias inmobiliarias. Es una de las imágenes que se ha repetido en los accesos de este tipo de establecimientos en la capital gallega durante los últimos días. Y el hecho de que principios de julio es el momento en el que muchos estudiantes aprovechan para buscar un piso de alquiler en la ciudad con el foco en el próximo curso. De hecho, como publica esta semana en este diario, son muchos los estudiantes que, por los altos precios, han optado por compartir el piso con cinco o seis personas con el fin de minimizar costes. Se quejan de que el alquiler de un piso de cuatro habitaciones en el casco antiguo puede llegar a los 1.500 euros mensuales y un piso de tres habitaciones en el Ensanche de 1.400 euros. Los precios que creen son excesivos ya que la propiedad a menudo no está en buenas condiciones. REDAC.
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