La Patrona regresó ayer a su santuario tras pasar unos días en la localidad con motivo de las fiestas de ‘La Velá, tradición y gastronomía’
Ayer Don Benito volvió a la plaza para saludar a la Virgen de las Cruces. Un evento siempre concurrido que no se pudo celebrar el año pasado y que quizás por ello se esperaba con mayor afán si cabe. Así, cientos de fieles se dieron cita en la Plaza de España de la ciudad en una de las primeras procesiones de la comarca tras el fin de las restricciones de aforo y horario en los lugares públicos vigentes desde el año pasado tras la declaración de la pandemia.
Después de ser observada por sus fieles durante toda la noche, la Eucaristía comenzó en su honor a las 8 de la mañana. La salida de la Patrona estaba prevista para las 9 de la mañana, aunque al final se le hizo esperar y se fue con cierto retraso respecto a esa hora de salida.
No faltaron aplausos y aplausos, ni cantos, en la despedida de la Virgen de las Cruces con su gente donde pasó varios días en la celebración de las fiestas de ‘La Velá, tradición y gastronomía’.
Cobertura de las costaleras saliendo de la parroquia, luego fue el turno de los costaleros de bajarse del escenario y subirla al vehículo que, por la situación de salud, tenía la tarea de trasladar a la Virgen a su santuario. Lo hizo a velocidad reducida para permitir que los vecinos siguieran el pasaje junto al Patrón.
Esta vez el cielo nos acompañó a disfrutar del recorrido hasta llegar al santuario y una vez allí se celebró la Eucaristía presidida por el sacerdote Javier Travieso, Obispo de Dombenitense del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas (Perú).
Normalidad en la fiesta
El país ha puesto así fin a las celebraciones en honor a su patrón, que se realizaban con relativa regularidad debido a la mejora registrada en la pandemia que permitía disfrutar de los servicios, pero también de los conciertos, del mercado artesanal y más. ocupaciones; También una exposición en la Casa de la Cultura que se podrá visitar hasta este viernes.
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