La construcción de los túneles de Miravete se cobró la vida de cuatro trabajadores. Sucedió el 15 de febrero de 1994 cuando una explosión provocó el colapso del muro norte del túnel, aplastando a los siete trabajadores que se encontraban trabajando en la zona en ese momento.
La noticia llegó a las portadas de los medios el 16 de febrero. HOY acompañé la noticia con una emotiva fotografía de varios trabajadores, afectados por la muerte de sus compañeros, saliendo del túnel. “El hecho ocurrió cuando explotó una máquina llamada ‘toro’, cuya pala frontal estaba cargada con explosivo caucho-2, antes de llegar a su ubicación”, avanzó el diario regional en ese número.
Dos taladros y un herbívoro murieron instantáneamente. El cuarto fallecido, también estéril, falleció durante el traslado al hospital Campo Arañuelo de Navalmoral de la Mata. Los muertos fueron Feliciano del Sac Jiménez, de Tejada de Tiétar (Cáceres); Antonio Molina Risco; Francisco Mata Risquez; y Emilio Rodríguez Capilla. Además de las cuatro muertes, tres trabajadores sufrieron heridas graves y fueron trasladados a los hospitales 12 de Octubre de Madrid y Getafe (Madrid).
La sentencia final
El impacto de la tragedia fue absoluto. El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, apareció en escena de forma «desenfadada», ya que su intención era asistir al último desfile de uno de los carnavales más importantes de la región en visita oficial. Navalmoral de la Mata –localidad cercana al lugar de los hechos–, según informa HOY en sus páginas. El accidente laboral pasó por un largo proceso judicial, que se inició en los juzgados de Extremadura y que finalmente llegó al Tribunal Supremo.
Los familiares llevaban más de una década exigiendo justicia y, finalmente, el 7 de agosto de 2009, el Tribunal Superior de Justicia obligó a la empresa para la que trabajaban, Lemicosa, a indemnizar a las viudas y trece niños con un millón de euros. cuatro fallecidos.
Este diario regional dio la noticia en exclusiva. “El Tribunal Supremo ha decidido ahora anular las dos sentencias anteriores e indica que la aseguradora debe pagar 1.069.792 euros. La cantidad que se debe dar a cada viuda es de 150.253 euros, y de 36.060 euros a cada hijo ”, se lee en un artículo disponible en el diario digital HOY.
Días después, HOY publicó un reportaje con los testimonios de los familiares de los fallecidos. Tres de ellos dijeron a las personas que los rodeaban que «no estaban seguros mientras trabajaban en la construcción de los túneles gemelos gemelos de 1.140 metros de largo».
La viuda de Emilio Rodríguez Capilla, Alfonsi Cendreros, contó HOY que su esposo se quejaba de la falta de seguridad: «No le gustaba trabajar allí, sabía que algo iba a pasar», condenó.
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