La falta de agua en la laguna permanente más grande del parque enciende las alarmas por la sobreexplotación del acuífero
La Laguna de Santa Olalla, la mayor masa de agua permanente de Doñana, se ha secado recientemente y su imagen refleja con toda claridad la dramática situación hídrica que sufre este espacio natural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en el que todo debido a la delicada La situación de su acuífero, agravada por la sequía, hizo saltar las alarmas.
Este gran humedal ha quedado reducido a un minúsculo charco donde ya ni siquiera acuden las numerosas aves acuáticas que hasta hace poco vivían en este enclave, según informa la Estación Biológica de Doñana, adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El director de la Estación Biológica de Doñana, Eloy Revilla, admite que la fuerte sequía actual «está haciendo estragos en el espacio natural y lo más preocupante es que esto ha ido muy lejos ya que hace años que no llueve con normalidad y Doñana precipitaciones por debajo del promedio durante diez años consecutivos”.
Eloy Revilla afirmó que «históricamente la laguna desecada fue un refugio para la fauna ya que tiene un importante sistema de lagunas, pocas de las cuales se abastecen de agua durante todo el verano y las primeras limícolas migran al sur a partir de entonces, se reproducen en el norte de Europa y son también hábitat de un gran número de especies vegetales y animales puramente acuáticas».
Lamentablemente, las cosas han cambiado y “ahora Doñana ya no tiene lagunas permanentes, mientras que la superficie de arrozales plantada este año es un tercio de lo normal por falta de agua”, lamenta el responsable de la Estación Biológica.
crecimiento de la población
Desde la estación científica, que sigue al detalle la evolución del parque, se argumenta que «por la cantidad de casos en los que se ha dado esta situación antes, sabemos que la sequía no es la razón por la que han desaparecido las lagunas permanentes de Doñana». y apunta a «la sobreexplotación del acuífero de Doñana, que también es responsable de esto, sobre todo cuando se le saca más agua de la que se rellena cuando llueve, cosa que ocurre en Doñana desde hace muchos años», advierte Eloy Revilla.
La presión sobre el acuífero es la responsable directa de la urbanización vecina de Matalascañas, un enclave de playa que aumenta su población en verano con picos de hasta 300.000 personas disparando sus necesidades de agua.
En este sentido, la Estación Biológica pide “que se aceleren las medidas para eliminar las tomas de agua subterráneas de Matalascañas y que, mientras tanto, se impongan restricciones al uso del agua en la urbanización, al menos en los años en que las lagunas se encuentran en una situación tan extrema como la actual, porque no puede ser que se siga regando la hierba de Matalascañas pero las lagunas de Doñana se sequen por completo”, critica Eloy Revilla.
Las organizaciones ecologistas comparten la preocupación y la voz de cautela de la Estación Biológica, al igual que WWF, cuyo portavoz en Doñana, Juanjo Carmona, ha señalado que «lo lamentable de todo esto es que sabíamos desde hace tiempo que íbamos a ocuparnos de este situación”, porque no hay respuesta a la captación de agua en Matalascañas y a la grave situación que atraviesa el acuífero.
Carmona dijo que “la multa de la Unión Europea por no cumplir con la sentencia puede ser más costosa que el trabajo que hay que hacer para resolver el asunto. Las administraciones carecen de voluntad política para realizar estas obras con urgencia para salvar Doñana”, por lo que les instaba “a ponerse manos a la obra y no legalizar lo que se va a ilegalizar con la ampliación de regadíos que prevé la Junta de Andalucía”.
Ecologistas en Acción va en la misma línea, recordando que en la década de los 90 los expertos alertaron de que las cuencas subterráneas de Matalascañas estaban teniendo un impacto inaceptable en el sistema lagunar y se recomendó abastecer de agua superficial al núcleo turístico para evitar este deterioro. destaca que las cosas no han cambiado ni mejorado hoy en día.
Por su parte, el portavoz de la plataforma Salvemos Doñana también denunció la extracción abusiva del acuífero que sustenta el ecosistema de las lagunas en este espacio natural, «un conflicto eterno y que no ocurre desde hace 30 años», censuró.
equilibrio con la agricultura
El histórico líder medioambiental también apuntó al uso intensivo del agua por parte de la agricultura de la región, que está siendo advertido por la Unión Europea, cuyo tribunal ha condenado a España por no proteger los hábitats y abusar de las aguas subterráneas, recordó. En su opinión, «hay que hacer una reconversión agrícola, que no puede crecer de forma infinita o indefinida porque los recursos hídricos son finitos, ya que podemos convertir a Doñana en un desierto». En este sentido, además de aumentar los aportes de agua superficial, abogó por la disponibilidad equilibrada de agua para la preservación del medio ambiente natural y para el uso de negocios agrícolas.
“Es una pena que una zona que goza del mayor reconocimiento ecológico del mundo ahora esté siendo acosada y acorralada en un estado muy crítico”.Finalmente, el coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, lamentó la situación de Doñana y el nuevo episodio. del deterioro que ahora sufre el parque por su desprotección, y acusa a la Junta de Andalucía de «ser responsable directo del atentado medioambiental por el incumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que obliga a la clausura de pozos ilegales», afirmó.
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