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Con un escaparate lleno de figuritas de chocolate de todo tipo y un taller lleno de pedidos, Jacinto Rama resopla cuando se le pregunta por la cantidad de horas que tardará en cumplir con los pedidos. «La gente viene más como un piñón que nunca», muestra el resultado de varios meses de trabajo intensivo cuando se coloca. «En cuanto llegó Reyes, nos pusimos a diseñar las formas y figuras de Semana Santa», comenta el responsable de una empresa con medio siglo de historia y 200 kilos de chocolate que se ha invertido en la construcción de camiones, tranvías, tractores y ficción Figuras pieza a pieza con paciencia y compromiso propios de un artesano.
Según el veterano, la clave del éxito está en las raíces de una tradición cada vez más consolidada. «No sé otras cosas, pero la Pascua está más de moda que nunca»dice Gloria Alonso, trabajadora de una pastelería céntrica donde también triunfan los panecillos clásicos. «Es la tradición original», enfatiza, visiblemente satisfecha con la cantidad de pedidos recibidos. «Vendemos cada vez más en línea, pero también lo hacemos en la tienda».dice Alonso, quien todavía espera una gran afluencia de clientes de última hora en la actualidad.
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