Antonia Gallego vive en Villanueva de la Serena pero este lunes se fue a Badajoz por motivos médicos. Acompañó a su madre, que está en silla de ruedas, al hospital. Al llegar decidió dejarla en la puerta del edificio de Consultoría Externa, pero al salir decidió volver andando al coche. “Vi un solo tan hermoso que pensé que era mejor caminar, pero al final me arrepentí. Tuvimos que superar una verdadera carrera de obstáculos».
Antonia había estacionado su auto al lado del Instituto de Medicina Legal, que tiene un gran estacionamiento de tierra para 100 autos. La explanada cumple su función pero llegar a ella es complicado.
La principal dificultad está en el tramo que discurre junto a la explanada donde ya se está construyendo la nueva Facultad de Medicina. No tiene aceras a ambos lados y hay filas de autos estacionados tanto a la izquierda como a la derecha. “Tuvimos que ir por la calle”, se queja Antonia, que junto a otro familiar habían empujado su silla de ruedas mientras los coches que circulaban en ambos sentidos la adelantaban.
Tras ese primer tramo pudieron utilizar la acera que rodea la antigua Facultad de Medicina, donde hay dos bordillos sin rampa.
Más adelante hay una acera a la derecha que se encuentra seriamente deteriorada en algunos tramos por la desaparición de bandas completas de baldosas. “Falta tanto y al final hay un paso de peatones con bordillo, la verdad es que es complicado”,
Ese paso peatonal al que se refería es el único que permite cruzar la Avenida de la Medicina, la calle lateral que comunica el helipuerto con la zona de Consultas Externas.
La pasarela está justo frente a la residencia de los familiares y tras cruzar la Avenida Medicina, choca de frente con un seto que ocupa la mitad del espacio. También tiene una pequeña rampa de hormigón para hacerla accesible, pero está deteriorada por lo que no cumple su función.
“Estamos en un ambiente hospitalario, no venimos aquí por placer, al menos deberían tenerlo debidamente preparado”, reflexionaba Antonia Gallego unos instantes después de poner la silla de ruedas en el coche.
La historia que cuenta esta mujer corresponde al camino peatonal que conecta la Consultoría Externa con el estacionamiento ubicado al lado del Instituto de Medicina Legal, pero no son muchos los usuarios del hospital que hacen ese camino.
caminan por la calle
La mayoría sale directamente a la carretera y comparte espacio con los automóviles porque no hay una ruta conveniente y bien señalizada que facilite el desplazamiento a pie. “No nos importa mucho caminar por la calle, pero a las personas mayores les cuesta más. La verdad es que una acera estaría bien”, coincidieron Ana María Martín y Manuel García, dos estudiantes de Medicina que recorrieron este lunes el tramo de vía sin asfaltar.
Las carencias encontradas en el acceso al hospital existen, pero también es visible la determinación de los sanitarios por solventar las molestias que supone la labor de la Facultad de Medicina.
Desde que se inició la construcción de la nueva facultad en la explanada donde estaban estacionados los autos, la mayoría de los vehículos se estacionan en otro lote plano que se ha despejado entre el hospital y el campus universitario, donde hay espacio para cientos de autos.
Dispone de suficiente espacio y acceso rápido a la zona de consulta a través de una rampa de hormigón cuyo único inconveniente es que tiene un desnivel que puede resultar excesivo para personas con problemas de movilidad.
También se habilitó otra explanada junto a la residencia para familiares. En este caso, el acceso a la zona de consultas externas se realiza a través del paso de peatones parcialmente cegado por un seto, paso que con una mínima inversión podría desempeñar de la mejor manera posible la función que tiene encomendada.
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