El actual Barómetro CENTRA muestra que la crisis actual se considera más grave que la de 2008
La mayoría de los andaluces cree que las cosas están peor que hace un año y que la actual crisis económica es más grave que la de 2008. Sin embargo, entienden que Andalucía está mejor preparada. Así lo revela el último barómetro elaborado por el Centro de Estudios Andaluces (CENTRA) y revelado este lunes.
Según el estudio, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 21 de noviembre y el 2 de diciembre, el 40 por ciento de los andaluces cree que su situación económica es peor que hace un año, frente al 42,1 por ciento que se mantiene y el 17,9 por ciento que mejora. A pesar de ello, el 40,3 por ciento califica su situación de buena, respuesta mayoritaria frente al 4 por ciento que la califica de muy buena, el 31,6 de regular, el 18,4 de mala y el 5,7 de muy mala.
Respecto al futuro, la opinión de que la situación personal empeorará es minoritaria, aunque relevante. El 29,6 por ciento cree que empeorará, en comparación con el 41,7 por ciento que cree que seguirá igual y el 27,7 por ciento que cree que mejorará.
A la hora de opinar sobre cómo será la economía de Andalucía en general en comparación con España en los próximos meses, las opiniones son equilibradas, con un 35,1% que cree que será mejor o mucho mejor frente a un 35,4% que cree que empeorará. o mucho peor. Las reflexiones sobre la situación política en la comunidad también son equilibradas, calificadas positivamente por un 38 por ciento y negativamente por un 33,8 por ciento.
El aumento de precios es uno de los temas que más afecta a los encuestados. En una escala del 1 al 10, donde 10 es la calificación más alta para la importancia del problema, la respuesta general da un promedio de 8,88, aunque la respuesta mayoritaria, elegida por el 55,3 por ciento de los encuestados, es 10.
El 38,5 por ciento atribuye la principal responsabilidad de esta subida de precios al Gobierno de Pedro Sánchez, frente a un 22,3 por ciento que apunta a las grandes empresas y un 21,2 por ciento a la guerra de Ucrania.
Si se compara la crisis actual con la que se vive desde 2008, una gran mayoría del 57,3 por ciento considera peor la crisis actual, un 24,5 por ciento igual de grave. Solo el 16,9 por ciento entiende que fue más grave.
No obstante, la mayoría cree que Andalucía está mejor preparada que entonces para afrontar la coyuntura económica. Los que creen que es mejor (41,1 por ciento) o mucho mejor (4,5 por ciento) superan significativamente a los que creen que es peor (20,4 por ciento), mientras que el 28 por ciento cree que no es ni mejor ni peor.
La mayoría de los entrevistados apoya las diversas protestas sectoriales que ha desencadenado la crisis. El paro del sector transporte recibe un apoyo del 56,2 por ciento; la protesta de los campesinos y ganaderos, 88,8; las manifestaciones de hospitalidad, 68,5; la de los sanitarios el 81,1 y las protestas de los autónomos el 81,7 por ciento. Solo cuando se les preguntó acerca de “las manifestaciones sindicales”, los encuestados se opusieron abrumadoramente, con un 39 por ciento a favor y un 43 por ciento en contra.
Preocupación por el cambio climático
Los andaluces no solo están preocupados por la economía, sino también por la situación medioambiental. En una escala del 1 al 10, siendo 10 el nivel de mayor preocupación, los andaluces otorgan al cambio climático un 7,86 de importancia, según el último barómetro de CENTRA. Del total de encuestados, el 40 por ciento le dio a esta pregunta un valor de 10, la opción elegida con mayor frecuencia.
Cuando se les preguntó quién debería resolver este problema, el 35,9 por ciento piensa que los gobiernos deben hacerlo; 17 por ciento grandes empresas; 17 por ciento, ciudadanos; 15,8 por ciento industrias y 12 por ciento organizaciones internacionales.
Sin embargo, los ciudadanos están dispuestos a hacer su parte. Por ejemplo, la mayoría respondió afirmativamente cuando se les preguntó si estarían dispuestos a prescindir del aire acondicionado o la calefacción, consumir una variedad reducida de alimentos, no usar el automóvil si las autoridades lo requieren o apoyar la prohibición de las piscinas domésticas. . Lo único que rechazan es un límite de tiempo en el consumo de agua.
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